El impacto psicológico ocasionado por el huracán Sandy centró los análisis de expertos en esa materia en esta ciudad, donde el fenómeno dejó una terrible secuela que gravita hoy a casi seis meses de su embate.
Las especialistas Yamilka Rodríguez y María del Pilar Soteras, de la Sociedad Cubana de Psicología en la provincia de Santiago de Cuba, explicaron que durante la jornada territorial de esa disciplina fueron examinadas las experiencias del trabajo comunitario ante los efectos del desastre.
Apuntaron la participación de expertos de la Cruz Roja y del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas en la urbe, quienes compartieron conocimientos de sus áreas de acción y aportaron al empeño para la preparación ante estas emergencias.
Particular interés despertó la disertación de la sicóloga Selene Calvo en relación con el funcionamiento del equipo de salud mental en el policlínico Carlos J. Finlay, en el muy dañado centro histórico urbano, donde se trabajó también en función de las previsiones epidemiológicas.
En las sesiones se presentó un estudio de caso vinculado a la intervención en tiempo de catástrofe desde la desensibilización y reprocesamiento mediante movimientos oculares, que es un abordaje nuevo para curar los traumas, muy en boga en el mundo.
Además, llamaron la atención las vivencias acerca de la atención especializada hacia los trabajadores eléctricos de esta provincia y del resto del país que laboraron intensamente para recuperar ese servicio en la ciudad.
La evaluación y la disminución de la vulnerabilidad sicológica ante estas contingencias naturales fue la premisa de estos debates científicos, en los que participaron también especialistas de la Oficina del Conservador y otras entidades.
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