Autor : Marlene Montoya
Considerada la puerta de entrada a la ciudad histórica de Santiago de Cuba, la céntrica Plaza de Marte y todas las unidades de su entorno se reaniman para diversificar las ofertas a la población.
Los aniversarios 498 de la fundación de la villa y 60 del asalto al Cuartel Moncada, ambos a celebrarse en julio próximo, constituyen incentivos para abrir nuevos servicios en locales que tenían disímiles usos como oficinas, señaló el arquitecto Omar López, Conservador de esta urbe oriental.
Mencionó, por ejemplo, una tienda de instrumentos musicales, un mercado de frutas selectas y una chocolatería.
Recién funciona La Avispa, con productos derivados de frutas y vegetales, y anteriormente el Complejo Cultural Iris Jazz Club, para el disfrute de ese género, y el Café Mama Inés, con servicio las 24 horas y una amplia oferta de café y té, mientras se escuchan piezas de Ignacio Villa (Bola de Nieve).
Los fuertes vientos del huracán Sandy, en octubre último, causaron severos daños a la Plaza de Marte en árboles, jardineras, farolas del alumbrado, pérgolas, bancos y otros,
ya restaurados por personal de la Oficina del Conservador.
Ese espacio surgió a fines del siglo XVIII, en el límite este del centro histórico urbano, y entonces ejercitaban allí las tropas, de ahí el nombre de Campo de Marte.
En 1860 se construyó la plaza y por acuerdo municipal del 12 de junio de 1899 recibió el nombre de Parque de la Libertad, en tanto tres años después fue colocada en su centro la Columna de los Veteranos, de carácter simbólico-patriótico que se distingue por su altura.
Durante el siglo XX fueron emplazadas varias esculturas conmemorativas, en homenaje a patriotas de las guerras libertarias, y en la década del 40 recibió una remodelación general, con la incorporación de dos pérgolas semicirculares y un hemiciclo que funciona como escenario para actividades.
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