Autor :Coral Vázquez Peña
Cristina es fundadora de la Cátedra de Canto de la Escuela Lauro Fuentes
Ángela Cristina Delisle Rodríguez, conocida
artísticamente solo como Cristina Delisle, abrazó el difícil arte del
canto lírico, una especialidad que afirma ella, en Santiago de Cuba ha
tenido cultivadores y seguidores en todas las épocas.
A pesar del
pequeño nombre con que se ha dado a conocer al mundo, esta gran mujer
alberga en su corazón una historia que cumple 30 años.
P: Llegar a un aniversario tan importante, ¿cómo ha sido para Cristina?
Cristina: No
ha sido nada fácil, he tenido momentos en los que casi he abandonado.
Pero he llegado a los 30 años gracias a la constancia, que ha sido lo
fundamental, ya lo dice el dicho “el que persevera, triunfa”.
Hasta
el último día uno descubre en este género nuevos y sorprendentes
detalles. Para mí también ha sido vital el trabajo con los alumnos, pues
te permite mantenerte en ese “laboratorio” de vocalización, en el canto
lírico.
P: ¿Por qué escogió precisamente el canto lírico?
Cristina:
Desde los 5 años yo estoy estudiando música clásica, que es un mundo
espectacular. Me permitió acercarme a todos los géneros musicales de la
historia, desde la edad media, el renacimiento, hasta la más actual, y
llegó un día en que ese conocimiento como que “explota” y te hace
decidirte a tomar un camino.
En mi caso, yo siempre tuve pasión
por el piano básico, que fue lo que estudié desde pequeña en el
conservatorio, y cuando hice los exámenes para entrar a la enseñanza
artística nacional, en la década de los 70 del pasado siglo, solo pude
acceder a una carrera teórica. Posteriormente me incluí en la
especialidad de dirección coral, de la cual me gradué en el curso 76-77.
P: ¿Allí fue donde “explotó” esa vocación por el canto lírico?
Cristina: Fue
una profesora búlgara que nos impartía clases de técnica vocal la que
me dijo un día que con mi voz yo podía alegrar al mundo.
Ahí fue
donde se encendió la chispita por el canto y comienzo a cuidarme la voz,
de ahí ingresé al primer curso regular diurno que inaugura el Instituto
Superior de Arte. En el periodo lectivo 1981-1982, me convertí en la
primera graduada de canto en el curso regular en Cuba.
P: ¿Qué sucedió a su regreso a Santiago de Cuba?
Cristina: Llegué
con mucho ahínco, tuve excelentes compañeros como el compositor y tenor
Daniel Vázquez, el precursor del arte lírico en Santiago de Cuba. Él
ya había formado, en el contexto de las noches culturales de la calle
Heredia, el Rincón Lírico, en el vestíbulo de la Biblioteca Provincial
Elvira Cape, precisamente el lugar donde di mis primeros pasos por este
fascinante mundo.
P: ¿Algún momento u obra especial en esa larga carrera de 30 años?
Cristina: Todas
las obras y compositores que yo escojo son especiales, pero siento
especial pasión por Johann Sebastian Bach, quizás porque él era también
cristiano y su obra resurge en el siglo XIX con Felix Mendelssohn, qué
es quien redescubre a este autor, que inspiró hasta a los Beatles.
Es
un compositor que me ha golpeado en lo más profundo de mi ser, pero
también han sido importantes Wolfgang Amadeus Mozart y Franz Schubert.
P: Usted afirma que Santiago de Cuba tiene una larga tradición en el canto lírico, ¿cómo es eso?
Cristina: Es
muy curioso, por la calle me dicen ¿cómo está el Rincón Lírico?, y me
cuestionaban que existiese o no una tradición en la ciudad.
Ese fue un bichito que fue despertando, y me decidí a buscar los orígenes del género aquí en la urbe.
Así
nació una investigación que se titula “El Arte Lírico en Santiago de
Cuba como tradición cultural y no como arte cultural e histórico
aislado”.
Encontré que no surgió de la nada, pero que sí tuvo un
momento importante con la llegada a la región oriental del país de los
colonos franceses, quienes trajeron sus costumbres europeas.
Ellos
conocían lo que era el romanticismo puro del siglo XIX, y eran
portadores además de los acervos literarios, lo que propició que
surgieran las tertulias literarias.
También hallé que visitaron
esta urbe numerosos cantantes líricos italianos, quienes a su paso por
el Caribe llegaban hasta Santiago de Cuba.
P: ¿Cómo va a celebrar Cristina sus 30 años de vida artística?
Cristina: El
próximo día 12 de octubre tengo un concierto en la sala Dolores, donde
interpretaré obras de diferentes estilos, tendré el honor de compartir
el escenario con ese conjunto insignia de la música popular bailable, la
Orquesta Chepín Chovén.
En el mismo lugar, el 12 de noviembre,
realizaremos un festival por el aniversario de la muerte del compositor
austríaco, Franz Schubert, considerado introductor del Romanticismo
musical.
Cristina Delisle ha tenido la oportunidad de probarse
con importantes directores cubanos y extranjeros como Jorge López Marín
(Cuba), Antonio Moya Casaus(España) y Kent Naftger(Estados Unidos).
Igualmente
ha obtenido numerosos premios y reconocimientos, entre ellos la Primera
Mención del Concurso La Edad de Oro (La Habana, 1979), el Primer Premio
de Composición en el Concurso del Centro de Superación para el Arte y
la Cultura (1985) y la Placa de Reconocimiento José María Heredia.
Es,
además, fundadora de la Cátedra de Canto de la Escuela Lauro Fuentes y
miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba; así como
del Consejo Técnico Asesor de la Dirección Provincial de Cultura.
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