Tomado de Granma Digital
El 31 de julio, el Departamento de Estado de los Estados Unidos incluyó a
Cuba, nuevamente, en su lista unilateral y arbitraria de "Estados
Patrocinadores del Terrorismo Internacional".
Una vez más, se
evidencia que el único propósito de mantener a Cuba en este listado es
tratar de justificar la política de bloqueo contra nuestro país, así
como la adopción de nuevas medidas de persecución de las transacciones
financieras y comerciales, para intentar estrangular a la economía
cubana e imponer un régimen que responda a los intereses de los Estados
Unidos.
En esta ocasión, con una nueva y calumniosa acusación
sobre la supuesta falta de medidas en el sistema bancario cubano para
enfrentar el lavado de dinero y las transacciones financieras vinculadas
al terrorismo, el gobierno de los Estados Unidos intenta sostener este
desprestigiado ejercicio.
Con esta patraña, Estados Unidos oculta
que Cuba rinde información veraz y exacta periódicamente a los
mecanismos pertinentes de las Naciones Unidas sobre estos temas y otros
referidos al enfrentamiento al terrorismo. Ignora también, con toda mala
intención, que el Gobierno de Cuba, en fecha tan reciente como febrero
del 2012, renovó la propuesta de acordar un programa bilateral de
enfrentamiento al terrorismo, a la cual el gobierno de los Estados
Unidos no ha respondido.
Los Estados Unidos no tienen la más
mínima autoridad moral para enjuiciarnos. Es sobradamente conocido que
el gobierno norteamericano ha utilizado el terrorismo de Estado como un
arma de su política contra Cuba, que ha provocado 3 478 muertos y 2 099
discapacitados, y ha cobijado a lo largo de la historia a decenas de
terroristas, algunos de los cuales aún hoy viven libremente en su
territorio, mientras mantiene injustamente encarcelados o retenidos a
los Cinco luchadores antiterroristas cubanos. Los Estados Unidos son
también el mayor centro de lavado de dinero del planeta y la falta de
regulación de su sistema financiero fue el detonante de la crisis
económica global.
El Ministerio de Relaciones Exteriores rechaza
enérgicamente la utilización de un asunto tan sensible como el
terrorismo con fines políticos mezquinos contra Cuba y demanda que el
gobierno de los Estados Unidos deje de mentir y ponga fin a este
vergonzoso ejercicio, que ofende al pueblo cubano y desacredita la causa
de la lucha internacional contra el terrorismo.
La Habana, 1 de agosto del 2012
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