Autor : Isabel Zaldívar Diéguez
Esta provincia del sur de Oriente del archipiélago cubano se cuenta
entre los territorios con mejores índices de boscosidad al lograr el
31,46%, cifra por encima de la media nacional, que es de 27,27%;
resultado que está en consonancia con la política de la Revolución de
fomentar la reforestación por sus múltiples beneficios para el planeta.
Tales resultados incluyen las 126 especies de árboles maderables y frutales que habitan en nuestra geografía.
La
siembra de árboles en las fajas protectoras de ríos y embalses, las
plantaciones de interés económico y el entorno, más la construcción de
fincas, son los objetivos fundamentales en la reforestación de la
provincia santiaguera.
Se plantea que los bosques son los
pulmones de la humanidad, si los eliminamos, estamos borrando la especie
humana de la faz de la tierra.
Ellos actúan como esponjas,
capaces de recoger y almacenar grandes cantidades del agua de lluvia.
Además, interceptan una gran parte de las precipitaciones. La cubierta
forestal alrededor de los ríos evita excesiva erosión e inundaciones.
Por
otra parte, se consideran como la mayor farmacia natural del mundo, de
donde se extraen jarabes medicinales y extractos que se utilizan en
diferentes tratamientos de enfermedades, sin contar los efectos
afrodisíacos y analgésicos que tienen algunas plantas.
Incontables son los beneficios para la fauna. Refugio de cientos de insectos, pajarillos y otros animales.
Tampoco
podemos dejar de mencionar el inmenso bien para el espíritu que ofrece
el espectáculo de tantos y disímiles árboles junto a los ríos.
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