Autor : Isabel Zaldívar Diéguez
Los
carnavales de esta ciudad rescataron los tótems en SIETE de las más
populares áreas, una tradición que aumenta colorido y belleza a las
fiestas anuales, y que se ha convertido en sitio atractivo para
fotógrafos nativos y foráneos.
La palabra tótem proviene de la
lengua de los indígenas nativos de América del Norte, que quiere decir
monumento, y puede ser un emblema, un objeto, un animal, una figura
sobrenatural o persona real.. en algunas culturas se toma como emblema
con diferentes significados.
A los tótems de los carnavales
acuden los fiesteros a hacer patente su alegría, y entre los rasgos más
determinantes de su identidad están: la hospitalidad, la franqueza, el
sano desenfado y ese afecto inimitable que nos hace sentir hermanos.
Un
equipo multidisciplinario se dedica a la confección de las figuras
monumentales que ambientarán los próximos jolgorios, inmediatamente
después que concluyen los carnavales.
José Limia, Elio Miyares y
Antonio Gómez fueron los diseñadores encargados de las piezas corpóreas,
las que con exquisito valor estético, realzan la alegría y la brillante
lucidez de la más grande fiesta popular de los santiagueros.
De
manera que la bienvenida a la maravilla de los carnavales se encuentra
en Garzón, Plaza de Marte, Trocha, Alameda, Santa Úrsula, Martí y
Reparto Sueño. Es un pícaro saludo que no se olvida fácilmente.
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