Autor : Caridad Franco Vega
Después de estrenar en Francia, “La llama de Paris” el Ballet de
Camagüey, presentó en Santiago de Cuba su más reciente obra, espectáculo
que llevará a varias provincias cubanas, próximamente. El estilo, la
ejecución casi impecable, la fuerza interpretativa, caracterizaron la
presentación del Ballet de Camagüey, que este fin de semana bailó en la
Sala principal del Complejo Cultural Heredia, de Santiago de Cuba.
La
llama de Paris, es un ballet con una dramaturgia intensa y de
complejidades técnicas, pues además de la parte clásica, tiene muchas
danzas como la vasca y la Marsellesa. En la obra el amor filial, a la
pareja y a la patria en una época convulsa exalta una realidad sucedida
siglos atrás, pero que se contextualiza y no pierde vigencia.
La
pieza está inspirada en un episodio de la Revolución Francesa de 1879.
Decisivo acontecimiento histórico para la Humanidad, que marcó el final
definitivo del absolutismo y dio luz a un nuevo régimen donde la
burguesía, y en algunas ocasiones las masas populares, se convirtieron
en la fuerza política dominante en el país.
La llama de Paris,
es el más reciente espectáculo de la segunda compañía de Ballet de Cuba,
su estreno mundial lo realizaron en la meca de la danza, Francia, en la
ciudad luz, en octubre de 2011.
En el contexto de las
celebraciones por los 45 años, la Compañía mantiene su esencia el ballet
clásico, a la vez que amplia y versatilaza su repertorio.
Según
comentó su directora Regina Balaguer "Estamos abiertos a todas las
posibilidades de la creación artística en cuanto a materia de ballet y
danza se refiere. Tenemos ballet clásicos, contemporáneos, modernos.
Desde Giselle, Coppelia ahora la Llama de Paris, pero además hacemos “Un
tranvía llamado deseo”, enmarcada en el jazz, tenemos una Carmen muy
contemporánea llevada a plazas camagüeyanas que tiene ballet neoclásico,
pero tiene chancleta, folclor afrocubano, estamos a todo sin descuidar
la esencia de la compañía el ballet clásico"
El virtuosismo, la
destreza corporal y un excelente desempeño, de los bailarines,
singularizan al ballet de Camagüey. Tradición y renovación distinguen a
la segunda compañía de Ballet de Cuba.
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