Autor :Adis López González
Una de las principales afectaciones a la industria pesquera cubana continúa siendo la imposibilidad de acceder al mercado norteamericano, uno de los más importantes a nivel mundial en el consumo de productos del mar. Sólo durante la administración de Bush hijo, las afectaciones a la referida industria ascendieron a 4 millones 886 mil 900 dólares.
Si durante este período Cuba hubiera podido ubicar sus ventas de cola de langosta y camarón marino en el mercado americano, se habría ahorrado por concepto de aranceles 401 mil 500 dólares. Sin embargo, en Europa y Canadá, hay que pagar entre un 4.3 y 5% de gravamen.
Las investigaciones científicas, así como las inversiones tecnológicas y la gestión de la calidad de los productos también se han visto afectadas. Cuba no puede acceder a los instrumentos y medios de monitoreo de los sistemas de gestión de seguridad de los alimentos (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control), que suministra la firma norteamericana NEOGEN, por lo que hay que recurrir a otros suministradores en mercados distantes o a procedimientos de control más costosos.
Como consecuencia del bloqueo, la industria azucarera cubana ha tenido pérdidas en el orden de los 113.5 millones de dólares, identificadas en algunos de los factores que inciden sobre esta industria. Al no tener acceso al mercado preferencial azucarero de Estados Unidos, Cuba debe facturar el precio de su azúcar por debajo del establecido, la afectación, ajustada a las cifras reales de producción alcanzadas por nuestro país, está en el orden de los 27 millones de dólares.
Las Compañías norteamericanas y sus subsidiarias en terceros países, niegan la venta a Cuba de herbicidas para el control de la maleza en pre-emergencia y post-emergencia temprana en retoños para el cultivo de la caña de azúcar, por lo que hemos tenido que adquirir herbicidas como el PLATEAU GD-70 (IMAZAPIC) en mercados mucho más distantes.
Por otra parte, la Empresa Cubana Importadora AZUIMPORT, solicitó a la empresa japonesa Yamazaki Mazak Corporation la compra de tornos CNC y centros mecanizados para elevar la calidad productiva, esta filial japonesa pasó dicha solicitud a la Casa Matriz Mazak Corporation, que radica en los Estados Unidos y la respuesta recibida fue que no pueden ofrecerse nuestro producto o servicios desde Mazak Corporation, mientras el gobierno norteamericano mantenga el “embargo” contra Cuba.
El desarrollo del sector agrícola cubano, de vital importancia para garantizar la seguridad alimentaría de nuestro pueblo, ha sido severamente afectado por el bloqueo norteamericano. El Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (CENSA) no puede adquirir productos (componentes y consumibles) del fabricante Amersham Biosciences, perteneciente a la compañía General Electric, para un equipo que se utiliza en el procesamiento de muestras en el diagnóstico de la Influenza Aviar.
Para esta operación comercial, se han efectuado tres contratos con diferentes proveedores, los que no han podido consumarse debido a que General Electric ha frustrado la operación, al detectar que son para Cuba y el Laboratorio de Técnicas Nucleares del Instituto de Investigaciones Agropecuarias tuvo que ser cerrado, debido a la imposibilidad de adquirir equipamiento especializado.
Esto ha ocasionado que Cuba no pueda contar con estudios fisiológicos y genéticos en plantas tolerantes al estrés abiótico, que permitirían obtener nuevas variedades de cultivos con mayores rendimientos en situaciones de estrés. A tenor de esta situación, Cuba se ha visto obligada a comprar semillas híbridas a un costo muy superior, lo que ha encarecido la producción de alimentos. Situación que se agrava luego del paso de los huracanes que han afectado a la isla y, cuyos efectos, aún se sienten en varios sectores de nuestra sociedad.
Otros sectores también han sido afectados por las leyes del bloqueo económico, político y financiero que impone la mayor potencia imperialista que haya conocido la humanidad a una pequeña isla que desea vivir con dignidad, esos serán temas para otros comentarios.
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