Manuel Anglada, operario de la Campaña de Lucha Antivectorial en Santiago de Cuba, mantiene su área de salud libre del mosquito Aedes aegypti, con el empleo de peces larvíboros como método de control biológico contra el insecto.
Este perseverante trabajador de salud pública atiende a la población de 410 viviendas en nueve manzanas del poblado El Caney, a las que ha llevado los peces conocidos como "guajacones", y logró que desaparecieran los focos del vector trasmisor del dengue desde hace algo más de ocho meses.
Según cuenta Anglada, él mismo los captura en el río, los adapta al nuevo hábitat en su casa, y luego los distribuye a la población, con muy buena aceptación por los vecinos, quienes en un principio lo tildaban de loco y ahora agradecen las bondades de los pececillos.
El Guajacón es una especie endémica de Cuba, habita en agua dulce y ocasionalmente en agua salobre, y resulta muy abundante en ríos bajos, aunque prefiere también nadar en zonas cercanas a la orilla, en áreas más profundas.
Se caracteriza por ser muy voraz, y su dieta se compone, principalmente, de insectos y sus larvas, aunque incluye elementos vegetales como polen y restos de flores que caen al agua de plantas terrestres.
Por su rápida adaptabilidad y reproducción se les puede encontrar en charcos, lagunas o cualquier sitio donde se acumule el agua.
Alida Ramírez y Silvia Quiala cuentan que desde que los animalitos habitan en sus tanques no hay larva de Aedes que sobreviva, con lo cual garantizan la salud de sus familiares y vecinos.
Aún cuando resultó difícil extender la experiencia, ya se logra generalizarla y las perspectivas de acuerdo con la efectividad demostrada, son muy alentadoras en la batalla por mantener controlado al mosquito.
Manuel Sánchez, supervisor del trabajo de los operarios de la campaña en más de cinco mil 900 viviendas ubicadas desde El Modelo hasta el Alto del Aceite, en el propio poblado, reafirmó la efectividad y generalización del método.
Según alega, en diferentes inspecciones no se han detectado larvas en los depósitos donde viven estos peces, además reveló que muchos los consideran mascotas y como tal los cuidan.
Reportes del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología indican que en septiembre hubo un incremento de la infestación por el mosquito, situación que reclama la acción conjunta y reforzada de los santiagueros, tanto en sus casas como en los centros laborales.
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