Autor :PL
El recrudecimiento del bloqueo económico,comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba duplica el sufrimiento de los enfermos del país caribeño, privados de recibir importantes medicamentos para mejorar su calidad de vida.
Esa postura de Washington incidió de manera negativa en la adquisición de insumos y tecnologías, precisa un informe sobre la resolución 65/6 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulada "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba".
El hospital Frank País, especializado en ortopedia y traumatología, se ha visto obligado a recurrir a otros mercados y afectar parte de sus servicios como resultado de la negativa de la empresa norteamericana Amron, con sede en California, a proporcionar los componentes que requiere el mantenimiento cada tres años de la cámara hiperbárica adquirida a la empresa mexicana Remisa.
De igual modo, la empresa norteamericana Kapack le niega al mismo hospital, el único que tiene un banco de tejido óseo en el país, el suministro de bolsas de polietileno de alta densidad para rembolsar el tejido procesado, lo que causa innumerables dificultades.
A Cuba se le continúa negando la compra de citostáticos novedosos de producción norteamericana como la adriamicina liposomal y la nitrosoureas, específicas para tratar tumores encefálicos.
Igualmente sucede con los antibióticos de última generación para niños menores de un año, específicamente para uso por vía oral. Algunos sustitutos son adquiridos, pero de manera parcial o fuera de tiempo, lo que limita la realización de tratamientos completos en el plazo y momento requeridos.
El Instituto de Oncología se ve privado de contar con un citómetro de flujo, para el estudio de las células cancerosas, dado que la firma norteamericana Becton Dickinson al conocer que su destino era Cuba, le negó su venta a la empresa intermediaria en la compra.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, mantiene intacta esa política contra Cuba, iniciada hace casi medio siglo, a pesar de los intensos y crecientes reclamos de la comunidad, puntualiza el texto.
Es en su esencia y objetivo, un acto de agresión unilateral y una amenaza permanente contra la estabilidad de un país, señala el documento.
El daño económico directo ocasionado al pueblo de Cuba hasta diciembre de 2010, a precios corrientes, calculados de forma muy conservadora, asciende a una cifra que supera los 104 mil millones de dólares.
Si se toma en consideración la depreciación del dólar frente al oro en el mercado financiero internacional, que fue sumamente elevada durante el 2010, la afectación a la economía cubana sería superior a los 975 mil millones de dólares.
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