Santiago de Cuba, 31 ago.— Las horas más intensas del verano se viven en sus últimos días. Antes de regresar a las aulas o comenzar las actividades habituales con pilas recargadas, hay una lista de cosas que no pueden quedar sin hacerse. Una de ellas es, sin dudas, visitar las playas.
Mucho más quienes viven en Santiago de Cuba, una de las provincias del país con mayor línea costera. El litoral sur se extiende por más de 200 kilómetros, haciendo de esta actividad una de las opciones preferidas para el disfrute de la etapa estival.
Tras dos meses de divertimentos matizados por intensas temperaturas, recorrimos algunas de las playas más visitadas durante el verano 2019 para comprobar la aceptación que tuvo su rehabilitación entre los vacacionistas. El municipio Guamá fue abanderado de estas iniciativas, apoyadas por la dirección de cultura y el INDER en el territorio.
Alta prioridad tuvieron las acciones de limpieza, seguidas del reordenamiento de las actividades por cuenta propia, mediante la instalación de quioscos para la venta de frutas, vegetales y otras ofertas gastronómicas.
Así lo comprobó Aymara Ferrer, asidua visitante de Playa Blanca que regresa cada año principalmente por la seguridad que ofrece para los niños: “Este verano estuvo diferente. Hay bastante opciones para comprar y la veo mejor, más limpia, más cómoda, con sombra para todo el mundo”.
A más de 60 kilómetros de la cabecera provincial, este sitio se confirmó como un paraíso de sombras naturales para el encuentro con el entorno. Gracias a los planes vacacionales organizados desde los centros de trabajo, Playa Blanca recibió visitantes de toda la provincia como la profesora sanluisera Laura Herrera: “Ya está casi finalizando el verano, pero la hemos pasado de maravilla. Creo que esta es una playa muy acogedora que supera las expectativas de cualquier campista para veranear y relajarse. Todo está muy organizado, especialmente en la parte de los comercios y la gastronomía”.
Bueycabón o Boca de Dos Ríos, no tuvieron tan efectiva reforestación tras el paso del huracán Sandy, por lo que se instalaron sombrillas para aliviar las altas temperaturas veraniegas.
Lamentablemente la etapa estival estuvo marcada también por los altos índices de accidentalidad en estos sitios, a pesar de las medidas tomadas para garantizar la seguridad y el disfrute.
Asomada al Mar Caribe, Santiago de Cuba se convierte cada verano en un gran balneario con diversas opciones de recreación y disfrute para la familia.
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