Por Aida Quintero Dip
Santiago de Cuba, 27 may.— La jornada por el Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra cada 5 de junio, constituye motivación especial en Cuba para favorecer acciones en pos de reducir los efectos del cambio climático y fomentar las que tributen a la Tarea Vida, plan de Estado para el enfrentamiento a ese fenómeno sustentado sobre una base científica multidisciplinaria.
Esa fecha es como un resorte que inspira y mueve el pensamiento y los brazos de hombres y mujeres dedicados, por ejemplo, a proyectos de bases ambientales para la Sostenibilidad Alimentaria Local, a fin de promover buenas prácticas agropecuarias y forestales para el manejo del cambio climático.
Asimismo estimula a quienes aportan desde la agroecología y el manejo sostenible de tierras como fuente de vida que contribuye a la soberanía alimentaria y la adaptación a las nuevas condiciones ambientales, especialmente en el sector agropecuario.
Pero la convocatoria a favor del Día Mundial del Medio Ambiente no concierne únicamente a científicos que se adentran en el enigmático mundo de sólidas investigaciones, ni para académicos y estudiantes de las universidades, ese llamado incluye a todas las personas movidas por la buena voluntad y que desean preservar el futuro.
Desde los hogares, escuelas, hospitales, fábricas, industrias y la comunidad, mucho puede hacerse para contribuir a contar con un entorno limpio y saludable porque la protección de esa casa común que es el planeta es responsabilidad de todos y no admite espera, no es posible dejarlo para mañana.
Lo primero es tener meridiana claridad de la gravedad del problema si no se adoptan medidas para atenuarlo o resolverlo a tiempo, además de crear una cultura hacia la higiene, la limpieza y cuidado del medio ambiente en su sentido más abarcador, que se refleja desde no echar papales en lugares públicos y no convertir en basurales las áreas cercanas al hogar o al centro laboral.
Momento propicio para recalcarlo es este, cuando estamos a las puertas de la temporada ciclónica que abarca desde el primero de junio hasta el 30 de noviembre y es necesario que los tragantes estén limpios y desobstruir todo lo que sea posible en pos de evitar inundaciones, entre otras acciones.
Esa práctica, en este período en que las lluvias pueden aparecer con mayor frecuencia, también ayudaría a evitar la aparición y proliferación del mosquito Aedes aegypti y con ello la propagación de enfermedades asociadas al peligroso vector.
Tal vez por reiterativo este mensaje no llegue a concientizar en su justa medida la gran necesidad de aumentar los oídos receptivos, pero piénselo bien, el futuro y la seguridad de la vida de todos en el planeta pueden estar en peligro si no se actúa a tiempo.
Es bueno recordar que en la conformación de la Tarea Vida, el Gobierno contó con la participación del potencial científico y tecnológico nacional a lo largo de más de 25 años, y al decir del General de Ejército Raúl Castro, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, posee “una significación estratégica” para el presente y, sobre todo, el futuro de la nación.
La ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez, ha señalado que diversos estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgo territoriales para la reducción de desastres nutrieron el conocimiento del tema.
También ha apuntado que el cambio climático “viene agravando y agravará los problemas ambientales, convirtiéndose en un factor determinante del desarrollo sostenible”.
El Día Mundial del Medio Ambiente es un vínculo por medio del cual la Organización de Naciones Unidas (ONU) sensibiliza a la población mundial en relación con temas ambientales, intensificando la atención y la acción política; fue establecido por la ONU en su resolución del 15 de diciembre de 1972.
Entre sus objetivos principales están motivar a las personas para que se conviertan en agentes activos del desarrollo sustentable y equitativo; promover el papel fundamental de las comunidades en el cambio de actitud hacia temas ambientales, y fomentar la cooperación para que el medio ambiente sea sostenible, pues esta garantizará que todas las naciones y personas disfruten de un futuro más próspero y seguro.
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