Santiago de Cuba sede del Campeonato Nacional de fútbol edición 103

Por Brita Garcia Alberteris

Santiago de Cuba, 11 feb.— Santiago de Cuba es una de las sedes del 103 Campeonato Nacional de Fútbol. El equipo defenderá su titulo en el grupo 1, aunque las condiciones del terreno en el Estadio Antonio Maceo no son las mejores para dar el pitazo inicial del evento más importante de este deporte.

La victoria del equipo Santiago de Cuba en la 102 Liga Cubana de Fútbol en 2017 sentó un precedente en la historia local y nacional, ganar de manera invicta solo se ha registrado cuatro veces antes en el área internacional y nunca que se tenga noticia en los eventos domésticos.

Muchos de esos jugadores que en 2017 hicieron historia repiten este año en el equipo indómito, que competirá desde el 19 de febrero hasta el 6 de marzo en el Estadio Antonio Maceo.

Ya van repitiendo los sucesos de 2017 al ganar la Copa Ignacio Agramonte que tiene lugar en Camagüey a principios de febrero.

Aunque se notan ausencias importantes como el defensa Reinier Massó y el zaguero Jorge Figueras, jóvenes figuras con calidad probada en la selección nacional Sub20 competirán por su camiseta.

Los nombres ya de por si dicen mucho: Cristian Flores, Marlon Sánchez y José Rubén González, todos ansiosos por incluirse en un club ganador.

Un tema preocupante es la calidad del terreno, propuesto ya para cancha sintética, pero que verá acciones próximamente donde dos jugadores se lesionaron en los entrenamientos. Los directivos abogan por al menos el regadío manual de la hierba.

Volviendo al calendario competitivo el lunes 19 de febrero a las 9 a.m. se jugará el primer match entre los elencos de Las Tunas y Sancti Spíritus y a las 3 p.m. los de casa contra la selección de La Habana; recientemente salida de la segunda división gracias a la magia del ex entrenador santiaguero Lorenzo Mambrini.

Los indómitos jugarán ahora bajo las órdenes de Luis Herrera, segundo al mando en la pasada edición. Si Santiago de Cuba aspira a mantenerse en el titulo mucho se deberá al trabajo de los incansables Diablos Rojos en el terreno.