Por Armando Fernández Martí
Santiago de Cuba, 28 ene.— En un período sumamente difícil para la clase obrera, cuando los sindicatos fueron destituidos e ilegalizados, cuando muchos de sus dirigentes fueron detenidos o perseguidos, entre los días 23 y 28 de enero de 1939 se llevó a cabo la celebración del Congreso Constituyente de la Confederación de Trabajadores de Cuba, hoy la CTC.
Por estas razones, el 28 de enero de 1939 –aniversario 86 del natalicio de José Martí– fue fundada la Confederación Trabajadores de Cuba, la CTC. Artífice de este fruto del proletariado cubano lo fue, sin dudas, Lázaro Peña González, un humilde obrero tabaquero devenido en líder sindical, quien fue electo como el primer Secretario General de la CTC.
El Congreso Constituyente de la CTC, en el que participaran más de 1500 delegados, fue la culminación de un proceso encaminado a lograr la unidad de los trabajadores en una sola central sindical, con el objetivo de enfrentar el divisionismo obrero existente en ese entonces y que propugnaban los elementos reformistas, trotskistas, y anarcosindicalistas, que se extendían por toda la Isla.
A partir de ese momento, quedó disuelta la gloriosa Confederación Nacional Obrera de Cuba, que tan importante labor había desarrollado hasta entonces y que en 1933, bajo la dirección de Rubén Martínez Villena, dirigió la huelga obrera que derrocó al tirano Gerardo Machado.
A 78 años de su creación, la actual Central de Trabajadores de Cuba, heredera histórica de aquella otra CTC, es hoy una organización de vanguardia de los obreros cubanos, que marcha junto a la Revolución en todas las importantes batallas que ha librado y libra por una patria libre y unida, como lo deseara siempre Lázaro Peña y como lo sentenciara José Martí: "donde los trabajadores son fuertes, lucharán y vencerán los trabajadores"
No hay comentarios:
Publicar un comentario