Santiago de Cuba, 7 jul.— Asumir la educación de niñas y niños desde la primera infancia es reto que asumen los jóvenes que se gradúan de las escuelas pedagógicas en todo el país. En Santiago de Cuba 357 muchachas y muchachos se incorporan como maestros primarios y educadoras de círculos infantiles.
Con el compromiso de seguir el legado de
las mejores tradiciones del magisterio cubano cerca de 400 jóvenes
santiagueros se graduaron de las escuelas pedagógicas Pepito Tey y Floro
Regino Pérez.
Esta es la cuarta promoción de maestros primarios, de educadoras de la enseñanza preescolar y la primera de maestros de inglés que egresan de estas escuelas.
En el acto de graduación, se estimularon a los estudiantes integrales y los mejores por cada especialidad. También recibieron reconocimiento docentes y otros trabajadores destacados.
Esta es la cuarta promoción de maestros primarios, de educadoras de la enseñanza preescolar y la primera de maestros de inglés que egresan de estas escuelas.
En el acto de graduación, se estimularon a los estudiantes integrales y los mejores por cada especialidad. También recibieron reconocimiento docentes y otros trabajadores destacados.
Ocasión en la que la Viceministra de Educación Margarita McPherson entregó a la escuela Floro Regino Pérez el certificado que la confirma entre los cuatro mejores centros pedagógicos del país.
Lisandra Torres, alumna integral de la Escuela Floro Regino Pérez consideró que está muy bien preparada y comentó que en septiembre comenzará a trabajar en un Círculo Infantil en el poblado de El Cristo, Los dos ruiseñores, y agregó que piensa seguir estudiando la licenciatura en la universidad y aspira después a hacer la maestría y llegar hacer también el doctorado.
Mientras, Tania Merino de la Escuela Pedagógica Pepito Tey agradeció a sus profesores por la buena formación. El curso que viene comenzará en una escuela primaria en Cayo Granma en un aula de cuarto grado y quiere educar a sus niños como la enseñaron a ella y darles una atención diferenciada y también se propone seguir estudiando.
Bien preparados, llenos de sueños y motivaciones estos jóvenes asumen ahora la responsabilidad de educar a niños y niñas en una etapa tan decisiva como la primera infancia.
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