Palma Soriano, Santiago de Cuba, 5 jul.— El Presidente de los Estados Unidos en su último discurso refiriéndose a Cuba entre Muchos desaciertos habló de que en nuestro país no eran respetados los derechos de la mujer. Otra muestra de total desconocimiento de la realidad cubana que nos invita a reflexionaR sobre el tema.
El empoderamiento de la mujer cubana
comenzó desde el triunfo revolucionario en 1959 y continúa hasta
nuestros días con incontables ejemplo de que en esta isla son respetados
y defendidos los derechos de las féminas desde la Constitución de la
República.
La Revolución constantemente ha dignificado a la mujer, en la sociedad civil cubana ellas están representadas, forman parte de las principales organizaciones sociales y contamos con la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) creada para atender las problemáticas del sector femenino.
En Cuba las mujeres tenemos voz y voto. Desde la posibilidad de planificar nuestras familias, decidir y guiar la educación de nuestros hijos hasta el hecho de ser en muchos casos el sostén económico de la casa porque como trabajadoras percibimos un salario sin discriminación y podemos aspirar a ser dirigentes o superarnos profesionalmente de acuerdo a la capacidad que seamos capaces de demostrar.
Disfrutar de la licencia de maternidad por un año es un privilegio que pocas en el mundo pueden tener. Existen en mí país programas para la prevención del cáncer cérvico uterino, de mamas y el propio Programa Materno Infantil (PAMI) que se preocupa por la salud de quienes tenemos el don de dar vida.
Cuántas historias de vida de mujeres cubanas pudiéramos contar para que la ceguera política del Presidente de Estados Unidos desapareciera.
Los derechos conquistados por las cubanas son referente para el mundo. Por eso nos sentimos respetadas, incluidas, protegidas y orgullosas de ser hijas de la tierra de Fidel.
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