Santiago de Cuba, 10 may.— En la tarde del 10 de mayo de 1957, hace hoy 60 años, en el Palacio de Justicia de Santiago de Cuba terminaba el juicio por la Causa 67 de 1956, por los sucesos del 30 de noviembre y los delitos de atentados a la estabilidad de la República, estragos y desórdenes públicos, según rezaba el acta acusatoria de las autoridades del régimen dictatorial.
En este juicio, que se había iniciado el
22 de abril de 1957, estaban acusadas 226 personas, 83 de las cuales se
encontraban presas en la cárcel de Boniato, 73 en libertad provisional y
otras 70 estaban declaradas en rebeldía. El proceso incluía además a un
grupo de expedicionarios del Yate Granma.
Puede decirse que el principal encartado en este juicio lo fue le joven Frank País García, Jefe Nacional de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio y principal organizador en Santiago de Cuba de las acciones del 30 de noviembre en apoyo al desembarco de los expedicionarios del Granma, que según cálculos debía producirse simultáneamente.
Por esa razón, los abogados de la defensa tenían casi la certeza de que Frank País sería condenado a penas de prisión, no sucediendo así con los restantes encauzados cuya participación en los hechos del 30 de noviembre, sólo con algunas excepciones, no podía ser demostrada y en ese sentido basaron los defensores sus argumentos para solicitar la libertad de sus defendidos.
Durante el proceso de la Causa 67, que se extendió por 19 días, y a pesar de todas las mentiras acusatorias del régimen, los implicados se declararon inocentes de participar en acción alguna, excepto los expedicionarios del Granma, que sí fueron capturados por el ejército en la zona del desembarco lo que era imposible negar.
Fue así que en la vista de sentencia celebrada en la tarde del 10 de mayo de 1957 el tribunal de urgencia actuante dictó la absolución de una gran parte de los implicados en los hechos del 30 de noviembre, salvo los expedicionarios del Granma, algunos de los participantes del 30 de noviembre y los que se alzaron en armas en el central Ermita, en Guantánamo, que recibieron penas de uno, seis y nueva años de prisión, respectivamente. La vista terminó cantando el Himno Nacional.
Los revolucionarios que salieron en libertad el régimen les advirtió que de caer nuevamente en manos de los cuerpos represivos, no habría más presos ni tribunales porque los iban a matar. Y así lo cumplieron porque muchos de los que participaron en las acciones del 30 de noviembre fueron asesinados por la dictadura, incluyendo a Frank País García.
Puede decirse que el principal encartado en este juicio lo fue le joven Frank País García, Jefe Nacional de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio y principal organizador en Santiago de Cuba de las acciones del 30 de noviembre en apoyo al desembarco de los expedicionarios del Granma, que según cálculos debía producirse simultáneamente.
Por esa razón, los abogados de la defensa tenían casi la certeza de que Frank País sería condenado a penas de prisión, no sucediendo así con los restantes encauzados cuya participación en los hechos del 30 de noviembre, sólo con algunas excepciones, no podía ser demostrada y en ese sentido basaron los defensores sus argumentos para solicitar la libertad de sus defendidos.
Durante el proceso de la Causa 67, que se extendió por 19 días, y a pesar de todas las mentiras acusatorias del régimen, los implicados se declararon inocentes de participar en acción alguna, excepto los expedicionarios del Granma, que sí fueron capturados por el ejército en la zona del desembarco lo que era imposible negar.
Fue así que en la vista de sentencia celebrada en la tarde del 10 de mayo de 1957 el tribunal de urgencia actuante dictó la absolución de una gran parte de los implicados en los hechos del 30 de noviembre, salvo los expedicionarios del Granma, algunos de los participantes del 30 de noviembre y los que se alzaron en armas en el central Ermita, en Guantánamo, que recibieron penas de uno, seis y nueva años de prisión, respectivamente. La vista terminó cantando el Himno Nacional.
Los revolucionarios que salieron en libertad el régimen les advirtió que de caer nuevamente en manos de los cuerpos represivos, no habría más presos ni tribunales porque los iban a matar. Y así lo cumplieron porque muchos de los que participaron en las acciones del 30 de noviembre fueron asesinados por la dictadura, incluyendo a Frank País García.
No hay comentarios:
Publicar un comentario