Santiago de Cuba, 9 ene.— Hace 58 años, el 9 de enero de 1959, hablando en el programa televisivo Ante la Prensa, el Comandante en Jefe del Ejército Rebelde Fidel Castro Ruz reiteró, que se le solicitaría al gobierno de Estados Unidos el retiro de la misión militar que tenía en Cuba, como lo había planteado el día antes, en su primer discurso en el Campamento de Columbia, tras su arribo a La Habana.
Al explicar las razones por la cual el
Gobierno Revolucionario tomaría esa medida Fidel señaló: “Esas misiones
han estado entrenando a los soldados que han estado combatiendo contra
nosotros durante dos años y además, ¿Para qué ha servido la misión
militar? ¿Para qué los soldados pierdan la guerra?”
De esa forma, la Revolución pondría fin a 60 años de injerencia militar norteamericana en Cuba, iniciada en julio de 1898 cuando Estados Unidos se inmiscuyó en el conflicto hispano-cubano y sus tropas desembarcaron por Santiago de Cuba, a una intervención que se extendería hasta la proclamación de la República en mayo de 1902.
No obstante la retirada de esa tropa, ya en marcha la República, Estados Unidos aseguró mantener su presencia militar en Cuba mediante la Enmienda Platt, una apéndice impuesto a la primera Constitución del país caribeño que lo autorizaba a intervenir en la isla cuantas veces lo considerara oportuno, tal y como lo hizo en 1906 y 1912.
Asimismo, el primer gobierno republicano arrendó a Estados Unidos una porción del territorio cubano en Guantánamo para que instalara una base militar, que se ha mantenido desde entonces hasta nuestros días, no obstante a que el Gobierno Revolucionario ha solicitado en múltiples ocasiones la devolución de esa zona a la soberanía del país.
Fue durante la tiranía de Fulgencio Batista a partir de 1952 que el gobierno estadounidense le prestó todo su apoyo, convirtiendo a las fuerzas armadas del tirano en una de las más poderosas de América Latina, suministrándole equipamientos y armas valorados en 16 millones de dólares, además de entrenar a más de 500 oficiales cubanos en bases norteamericanas y enviar numerosos asesores a la nación caribeña.
Sin embargo, no sería hasta el 11 de febrero de 1959, que el Gobierno Revolucionario de Cuba en uso de sus facultades soberanas solicitó al gobierno de Estados Unidos retirara de nuestro país su misión militar, por considerarla inoperante en la nueva situación revolucionaria de la nación.
De esa forma, la Revolución pondría fin a 60 años de injerencia militar norteamericana en Cuba, iniciada en julio de 1898 cuando Estados Unidos se inmiscuyó en el conflicto hispano-cubano y sus tropas desembarcaron por Santiago de Cuba, a una intervención que se extendería hasta la proclamación de la República en mayo de 1902.
No obstante la retirada de esa tropa, ya en marcha la República, Estados Unidos aseguró mantener su presencia militar en Cuba mediante la Enmienda Platt, una apéndice impuesto a la primera Constitución del país caribeño que lo autorizaba a intervenir en la isla cuantas veces lo considerara oportuno, tal y como lo hizo en 1906 y 1912.
Asimismo, el primer gobierno republicano arrendó a Estados Unidos una porción del territorio cubano en Guantánamo para que instalara una base militar, que se ha mantenido desde entonces hasta nuestros días, no obstante a que el Gobierno Revolucionario ha solicitado en múltiples ocasiones la devolución de esa zona a la soberanía del país.
Fue durante la tiranía de Fulgencio Batista a partir de 1952 que el gobierno estadounidense le prestó todo su apoyo, convirtiendo a las fuerzas armadas del tirano en una de las más poderosas de América Latina, suministrándole equipamientos y armas valorados en 16 millones de dólares, además de entrenar a más de 500 oficiales cubanos en bases norteamericanas y enviar numerosos asesores a la nación caribeña.
Sin embargo, no sería hasta el 11 de febrero de 1959, que el Gobierno Revolucionario de Cuba en uso de sus facultades soberanas solicitó al gobierno de Estados Unidos retirara de nuestro país su misión militar, por considerarla inoperante en la nueva situación revolucionaria de la nación.
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