Santiago de Cuba, 23 oct.— Esta afirmación es real y lo conocemos por múltiples vivencias cotidianas pero en verdad hoy la traigo a estas páginas desde la web Tvsantiago porque el documental de la realizadora Venezolana Estela Bravo puesto recientemente en la Televisión acerca de la operación Peter Pan me ha hecho meditar en días en que el bloqueo ocupa espacio en los medios y también en las vidas de los cubanos.
Aunque dicho y escrito se reconoce el
inicio del bloqueo contra Cuba en 1962 hubo varios hechos que
constituyeron pasos previos a este acto de guerra, entre estas las
restricciones en la exportación de combustibles, las campañas diversas
sobre la naciente Revolución y sus dirigentes en particular su líder
histórico Fidel Castro, supresión de la cuota azucarera a la isla, pero
sin dudas la operación Peter pan fue otra de la génesis diabólica del
bloqueo.
En este caso el gobierno de los Estados Unidos apoyado por la CIA y los medios de propaganda orquestaron una campaña monstruosa nada menos que para Bloquear el Amor, para dejar huérfanos de afectos a unos 14 mil niños cubanos, el lamentable hecho ocurre en Diciembre del año 60.
Impedir el amor maternal, separar las familias, transformar la infancia en un infierno para muchos de aquellos pequeños arrancado de raíz de su tierra es un burdo bloqueo, por lo que en mi modesta consideración debía tomarse también como un antecedente de esa política brutal que de las más diversas formas ha tratado de impedir que la Revolución Cubana tome su cauce para poderse desarrollar y avanzar integralmente.
Si bien el impacto del bloqueo se reconoce lógicamente en la salud pública cubana con la carencia de materias primas o de valiosos medicamentos, en las finanzas con una tremenda persecución sobre instituciones financieras y restricciones en este orden, en el transporte terrestre, marítimo y aéreo con las limitaciones pertinentes en el comercio y traslado de pasajeros, sería interminable relatar cuan nefasta es esta política en todas las esferas.
Sin embargo su estrategia destructiva y asfixiante ha talado hondamente en los sentimientos de la familia cubana y la operación Peter pan es uno de los ejemplos más elocuentes, por ello Bloquear es más que impedir es destruir, socavar, carcomer hasta los sentimientos.
En este caso el gobierno de los Estados Unidos apoyado por la CIA y los medios de propaganda orquestaron una campaña monstruosa nada menos que para Bloquear el Amor, para dejar huérfanos de afectos a unos 14 mil niños cubanos, el lamentable hecho ocurre en Diciembre del año 60.
Impedir el amor maternal, separar las familias, transformar la infancia en un infierno para muchos de aquellos pequeños arrancado de raíz de su tierra es un burdo bloqueo, por lo que en mi modesta consideración debía tomarse también como un antecedente de esa política brutal que de las más diversas formas ha tratado de impedir que la Revolución Cubana tome su cauce para poderse desarrollar y avanzar integralmente.
Si bien el impacto del bloqueo se reconoce lógicamente en la salud pública cubana con la carencia de materias primas o de valiosos medicamentos, en las finanzas con una tremenda persecución sobre instituciones financieras y restricciones en este orden, en el transporte terrestre, marítimo y aéreo con las limitaciones pertinentes en el comercio y traslado de pasajeros, sería interminable relatar cuan nefasta es esta política en todas las esferas.
Sin embargo su estrategia destructiva y asfixiante ha talado hondamente en los sentimientos de la familia cubana y la operación Peter pan es uno de los ejemplos más elocuentes, por ello Bloquear es más que impedir es destruir, socavar, carcomer hasta los sentimientos.
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