Por Armando Fernández Martí
Santiago
de Cuba, 28 ago.— El 28 de agosto de 1960, hace hoy 56 años, la
Delegación Cubana presente en San José de Costa Rica, en la Séptima
Reunión de Consulta de la Organización de Estados Americanos, encabezada
por el Canciller Raúl Roa, decidió retirarse de ese evento regional,
teniendo en cuenta las presiones que ejercía Estados Unidos sobre los
gobiernos latinoamericanos para que se condenara a Cuba, pretextando que
se había apartado de los principios de la Carta de la OEA.
La delegación norteamericana había hecho
circular el 24 de agosto un documento contra Cuba con el cual pretendía
legalizar el bloqueo económico contra la Isla y las agresiones contra
la Revolución, que se habían iniciado prácticamente desde el mismo mes
de enero de 1959.
En esta Séptima Reunión de Consulta de la OEA,
el Canciller cubano Raúl Roa, denunció las maniobras del imperialismo
para apartar a Cuba del resto de la comunidad latinoamericana y reiteró
la política internacional del Gobierno Revolucionario y el derecho
inalienable de su pueblo a elegir su propio destino.
Días
después, el 29 de agosto de 1960, el Comandante en Jefe Fidel Castro, al
clausurar el acto de graduación de mil 400 maestros voluntarios,
denunció las maniobras de la Organización de Estados Americanos, OEA, a
quien denominó Ministerio de Colonias de Estados Unidos, salvo algunas
excepciones.
En este acto Fidel convocó al pueblo de la capital
del país para reunirse en la entonces Plaza Cívica, hoy Plaza de la
Revolución José Martí, para responder a la Declaración de San José,
documento patrocinado por Estados Unidos contra Cuba, y que había sido
aprobado ese propio 29 de agosto de 1960.
Cuatro días después, el
2 de septiembre de 1960, el pueblo de Cuba, representado por más de UN
MILLÓN de habaneros, condenaba las maniobras de Estados Unidos y la OEA
en San José, Costa Rica, y aprobaba un documento trascendental que pasó a
la historia como la Primera Declaración de La Habana
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