Por Karina Sotomayor Otero
Santiago de Cuba, 23 abr.— El 14 de octubre de 1991, el Comandante en Jefe Fidel Castro inauguró la Plaza de la Revolución “Mayor General Antonio Maceo Grajales”. Desde entonces, este espacio público ha sido testigo de relevantes acontecimientos políticos, sociales, culturales y religiosos de la segunda ciudad de importancia en el país.
Santiago de Cuba, 23 abr.— El 14 de octubre de 1991, el Comandante en Jefe Fidel Castro inauguró la Plaza de la Revolución “Mayor General Antonio Maceo Grajales”. Desde entonces, este espacio público ha sido testigo de relevantes acontecimientos políticos, sociales, culturales y religiosos de la segunda ciudad de importancia en el país.
Nueve años duró la ejecución de la
escultura ecuestre que bautiza esta plaza; uno de sus protagonistas,
Alberto Lescay Merencio descubre anécdotas exclusivas de cómo gracias a las ideas de Raúl Castro y Fidel Castro cambió la suerte del arte monumental en Cuba.
Con más de 100 toneladas de bronce fundido se erigió en esta ciudad un símbolo que representó unidad y triunfo en uno de los tiempos más difíciles para la Revolución Cubana. En octubre de 1991, en pleno Periodo Especial y durante el IV Congreso del Partido Comunista de Cuba se inauguró la Plaza de la Revolución Mayor General “Antonio Maceo Grajales.
El trabajo inició en los 80 y culminó luego de 9 años de desvelos y tensiones; Alberto Lescay Merencio lideró el equipo que intervino en los 53 mil metros cuadrados que ocupa la plaza pública santiaguera.
Los que vivieron la experiencia cuentan que más de 700 piezas se unieron cual rompecabezas en una topografía no menos compleja. La figura ecuestre de Antonio Maceo alcanzo los 16 metros de altura y se emplazó como la obra monumental más relevante de la ciudad en el siglo XX.
La plaza de la revolución santiaguera cumplirá en este 2016 veinticinco años. El conjunto escultórico tiene bronce, acero, granito, y la vida de muchos hacedores. La plaza convirtió a Santiago de Cuba en una tierra de puros maceistas.
Gracias al trabajo que requirió este monumento existe hoy el Taller de Fundición artística de la Fundación Caguayo: ”En Cuba no existía una estructura que respondiera a la conformación de obras monumentales, y nosotros nos hicimos la intención de que toda herramienta que se nos diera para la ejecución del monumento fuera también un recurso que
funcionara para todos los tiempos. El Taller donde se fundió la figura ecuestre se inauguró en el año 87 y la plaza se inauguró en 1991, mira eso más de 30 años aportando en el desarrollo del arte monumental en Cuba”, comento Alberto Lescay Merencio.
La plaza como toda obra de arte necesitó de un proceso que agradeció todas sus etapas porque el trabajo en bronce no es amigo de la premura. Fidel Castro tuvo la imagen completa de este complejo ante las revelaciones de Lescay, el escultor: “En una ocasión nos visitó Fidel Castro y le dije, Comandante no es cierto que la plaza merece un cinco estrellas en su construcción y me dijo, es verdad, entonces se viro y ante la presencia de Vilma Espin, Esteban Lazo, entre otros, dijo, el Cuarto Congreso se hará cuando se termine la plaza”, añadió Lescay.
“Fidel creyó en mí, y eso es algo extraordinario, ahora se dice fácil, pero en verdad fueron tiempos complejos; Fidel confió un trabajo de esta magnitud a una fundación en ese entonces fundacional, con criterio de autofinanciamiento.
Lo logramos y quiero que sepa que seguiremos adelante con la misma disposición de cuando se nos encargó la plaza y su monumento”, esas fueron otras de las declaraciones del también dibujante.
Antonio Maceo desde Santiago de Cuba le dice a Cuba que la revolución necesita de hombres y mujeres fuertes y dispuestos; de las generaciones que sepan defender la historia en los llanos y las montañas: Hay países que no tienen héroes a quien hacerles monumento, nosotros no tenemos bronce suficiente para honrar a todos los hombres y mujeres que nos dignan, por lo tanto, gracias Fidel.
Con más de 100 toneladas de bronce fundido se erigió en esta ciudad un símbolo que representó unidad y triunfo en uno de los tiempos más difíciles para la Revolución Cubana. En octubre de 1991, en pleno Periodo Especial y durante el IV Congreso del Partido Comunista de Cuba se inauguró la Plaza de la Revolución Mayor General “Antonio Maceo Grajales.
El trabajo inició en los 80 y culminó luego de 9 años de desvelos y tensiones; Alberto Lescay Merencio lideró el equipo que intervino en los 53 mil metros cuadrados que ocupa la plaza pública santiaguera.
Los que vivieron la experiencia cuentan que más de 700 piezas se unieron cual rompecabezas en una topografía no menos compleja. La figura ecuestre de Antonio Maceo alcanzo los 16 metros de altura y se emplazó como la obra monumental más relevante de la ciudad en el siglo XX.
La plaza de la revolución santiaguera cumplirá en este 2016 veinticinco años. El conjunto escultórico tiene bronce, acero, granito, y la vida de muchos hacedores. La plaza convirtió a Santiago de Cuba en una tierra de puros maceistas.
Gracias al trabajo que requirió este monumento existe hoy el Taller de Fundición artística de la Fundación Caguayo: ”En Cuba no existía una estructura que respondiera a la conformación de obras monumentales, y nosotros nos hicimos la intención de que toda herramienta que se nos diera para la ejecución del monumento fuera también un recurso que
funcionara para todos los tiempos. El Taller donde se fundió la figura ecuestre se inauguró en el año 87 y la plaza se inauguró en 1991, mira eso más de 30 años aportando en el desarrollo del arte monumental en Cuba”, comento Alberto Lescay Merencio.
La plaza como toda obra de arte necesitó de un proceso que agradeció todas sus etapas porque el trabajo en bronce no es amigo de la premura. Fidel Castro tuvo la imagen completa de este complejo ante las revelaciones de Lescay, el escultor: “En una ocasión nos visitó Fidel Castro y le dije, Comandante no es cierto que la plaza merece un cinco estrellas en su construcción y me dijo, es verdad, entonces se viro y ante la presencia de Vilma Espin, Esteban Lazo, entre otros, dijo, el Cuarto Congreso se hará cuando se termine la plaza”, añadió Lescay.
“Fidel creyó en mí, y eso es algo extraordinario, ahora se dice fácil, pero en verdad fueron tiempos complejos; Fidel confió un trabajo de esta magnitud a una fundación en ese entonces fundacional, con criterio de autofinanciamiento.
Lo logramos y quiero que sepa que seguiremos adelante con la misma disposición de cuando se nos encargó la plaza y su monumento”, esas fueron otras de las declaraciones del también dibujante.
Antonio Maceo desde Santiago de Cuba le dice a Cuba que la revolución necesita de hombres y mujeres fuertes y dispuestos; de las generaciones que sepan defender la historia en los llanos y las montañas: Hay países que no tienen héroes a quien hacerles monumento, nosotros no tenemos bronce suficiente para honrar a todos los hombres y mujeres que nos dignan, por lo tanto, gracias Fidel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario