La universidad de la calle, un concepto muy cercano a Cuba

Por Israel Hernández Planas

Santiago de Cuba, 19 feb.— "Yo he aprendido en la Universidad de la calle", me espetaban algunos conocidos cuando sabían, tiempo atrás, de mi condición de estudiante universitario. Es un concepto defensivo cuyas esencias tienen que ver más con ganar en igualdad social que con marginarse entre sí universitarios y quienes no lo son. Pudiera pensarse un concepto retrógrado pero la realidad es que hoy tiene más fuerza que nunca, sólo que visto desde otras perspectiva.

No queda otro camino para el desarrollo de las sociedades que preparar de forma eficiente a los jóvenes en su educación y sobre todo, que estos logren con el conocimiento echar adelante al país. Es un desafío que trasciende las fronteras nacionales y preocupa a educadores de todo el orbe. Con el fin de debatir al respecto tiene lugar en la Habana el Décimo Congreso Internacional de Educación Superior "Universidad 2016".

Llega este evento en una etapa crucial para la universidad cubana. Recientemente la unificación en una sola institución de los distintos centros docentes especializados acarrea un complejo proceso de reestructuración que abarca desde los aparatos administrativos hasta las cátedras docentes.

Ir en busca de una institución integral y poner los saberes adquiridos en función de solucionar los problemas más acuciantes de la sociedad es un objetivo hoy de la educación superior en Cuba que en este aparte lleva ventaja a otras naciones que asisten al evento en La Habana.

Mientras muchos abogan por acceso a la educación, remuneraciones justas para el claustro profesoral y reducción o eliminación de tasas por matrículas, las universidades cubanas se enfocan precisamente en cómo ganar terreno en las comunidades, empresas, industrias y otros sectores para un mayor desarrollo de los mismos. Ello también es algo que preocupa a universidades extranjeras cuyo representantes se han pronunciado sobre estas cuestiones en el mencionado congreso.

Cabe destacar que la política educacional del Estado cubano aunque se desprende de muchos lastres que agobian a la educación superior en el mundo si busca enfáticamente conquistar un desarrollo humano sostenible y en ese camino las imperfecciones tienen poco margen.

De ahí que la universidad en Cuba sea un ente vivo, revolucionado cada día por decisores y quienes forman parte indisoluble de ella. Ejemplo de ello es una mayor presencia de personal calificado y con experiencia laboral para ejercer la docencia. Este comienza a ser el panorama en las facultades en aras de cerrar cada vez más la brecha existente entre teoría y práctica. Es gente de afuera cada vez viniendo más adentro de la universidad.

Entiéndanse que todos son universitarios. Pero también vienen con un enfoque más integrador. Es un acto de sacar objetivamente la universidad de los muros que la guardan. A ello apunta Cuba. Será entonces una sentencia de que cada estudiante que matricule en cualquier centro universitario del país  tendrá enfoques tradicionales, contemporáneos y por supuesto el práctico que a diario mueve a la sociedad. No será entonces tan descabellada la idea cuando se le pregunte a un estudiante universitario dónde estudia y este responda: yo estudio en la universidad de la calle.