Jóvenes santiagueros encienden antorchas por José Martí

Por Gretchen Gómez González/Fotos ACN

Santiago de Cuba, 28 ene.— Miles de jóvenes santiagueros homenajearon al Héroe Nacional José Martí en el aniversario 163 de su natalicio, con la Marcha de las Antorchas desde el Cementerio Santa Ifigenia hasta el otrora Cuartel Moncada, hoy Ciudad Escolar 26 de julio.

  
Fidel Durand, dirigente de la Federación Estudiantil Universitaria en la Universidad de Ciencias Médicas de esta urbe, desde un lateral de la llama eterna que rinde tributo al Apóstol en la necrópolis donde descansan sus restos, dijo que la marcha muestra la continuidad de su generación con aquella que un día impidió así, que murieran las ideas martianas.
 
Aseguró que los jóvenes no defraudarán la confianza depositada en ellos por la Revolución y el pueblo y convocó a afrontar los retos del presente y futuro con ese legado y compromiso.
 
Las antorchas, encabezadas por la banda de ceremonias, y las banderas cubana y del 26 de Julio, irrumpieron por más de 40 minutos el Paseo Martí y la Avenida de los Libertadores de esta ciudad, recibiendo el saludo a su paso de vecinos y transeúntes.
 
Acompañaron a los participantes las máximas autoridades del Partido, el Gobierno y las organizaciones de masas del territorio presididas por Lázaro Expósito, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y su Primer Secretario en la provincia, así como Reinaldo García Zapata, Presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular.
 
La explanada de la Ciudad Escolar, que durante la situación sísmica anómala que ha vivido el Oriente cubano acogió por estos días a los santiagueros que allí buscaron protección, recibió ahora a los que marcharon para homenajear al Maestro desde la cultura, con insignes agrupaciones como la rueda de casino All Star y el Grupo Los Karachi.
 
Eso, a decir de Leodán Suárez Martínez, joven médico de la familia, es una demostración más, de que en Santiago de Cuba puede que tiemble la tierra pero los hombres y mujeres no y puede que cambien los tiempos, pero no los principios.