La Habana, 18 ene.— El pueblo santiaguero patentizó preparación, ecuanimidad, disciplina y gran espíritu de solidaridad durante los eventos sísmicos registrados este domingo en el suroriente del país.
Hombres, mujeres, niños y ancianos actuaron con serenidad y disciplina tras el primer sismo de 4.8 en la escala de Richter registrado a la una y 37 minutos de la madrugada y la serie de movimientos telúricos que por más de 12 horas se registraron en la provincia.
Se apreció una positiva reacción de todos, que cooperaron en la alerta entre las personas, se mantuvieron atentos y velaron por la seguridad de los niños, ancianos y discapacitados.
Fueron puntualizados los planes de reducción de desastres en los distintos objetivos estratégicos de la provincia, entre otras, las termoeléctricas Antonio Maceo,
La Defensa Civil en la provincia ratificó que no se reportan daños humanos, materiales o situaciones de emergencia, y se insistió en que la población mantenga la calma, esté alerta y adopte medidas para tener bien identificados los lugares hacia donde dirigirse.
Los habitantes de mayor edad en este territorio cubano recordaron más de una historia del terremoto de 6.7 de magnitud en la escala de Richter que vivieron en 1932, pues no solo interrumpió el sueño de la ciudad sino que afectó cerca del 80 por ciento de las construcciones y dejó entre 12 y 15 muertos debido a la mala preparación de la población e infraestructuras muy débiles.
Estos resultados contrastan con lo sucedido hoy en Santiago de Cuba, donde no hubo que lamentar pérdidas humanas y materiales, y lo acontecido devino, además, ejercicio de preparación y experiencia para prevenir, enfrentar y superar situaciones similares.
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