Plaza de la revolución

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viernes, 12 de diciembre de 2014

Un premio a quienes le fueron vedados tantos Derechos


 Un premio a quienes le fueron vedados tantos Derechos"Quienes luchan por la verdad aunque intenten silenciar su labor, siempre encuentran gratitud en algún escenario"

Por: Yadiana Torres Cobas

Santiago de Cuba, 12 dic.— A principios del año que casi se despide el sitio de Global Exchange, reconocida organización internacional de Derechos Humanos que según refiere en su página web, se dedica a la promoción dela justicia social, económica y ambiental en todo el mundo, realizó la entrega de sus 12 Premios Anuales. Aunque muchos fueron los nominados, el premio People'sChoice 2014; seleccionado por el Pueblo, le fue otorgado a los 5 antiterroristas cubanos.

Desde San Francisco; la sede de esta organización no gubernamental, la noticia resultó punzante a quienes tras las sombras de un medio dominante bien pagado contribuyen a silenciar este hecho, pues resulta contradictorio entregar un galardón de esta índole a quienes cumplen condenas tan largas de naturaleza injustas.

Lo cierto es que los mal llamados "espías" para la  prensa de derecha también resultan víctimas, a quienes le fueron vedados derechos humanos elementales e inherentes a cualquier individuo. 

Meses de confinación en el hueco, castigos sin respaldo de indisciplinas cometidas, sanciones extremas sin pruebas que justifiquen cada condena solo son una muestra de la ineficacia de un sistema judicial que no pudo garantizar ni la mínima decencia de un juicio sin manipulaciones en Miami, centro de las llamadas organizaciones de ultraderecha. 

Si se dialoga acerca de violaciones legales y del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que obliga jurídicamente a los Estados a garantizar los derechos fundamentales de sus ciudadanos, los doctores en leyes afirman que en el caso de los 5 su expresión se resume en hechos como limitar y no permitir el acceso a sus familiares.

Una de las anécdotas más sensibles, por solo citar un ejemplo, es la de René y como tenía que ver a su pequeña hija tras el límite de una ventana en el centro de detención o sufrir junto a su esposa el verla vestida de presa como una de las tantas medidas extremas, a las cuales era sometido. No se tuvo la mínima piedad por una pequeña a la cual también le fue vedado el derecho de disfrutar de su padre.

Aunque el silencio acerca de este tema sea bien pagado en ciertos escenarios, el incorporar más amigos a esta lucha por el regreso de Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio, aún en prisiones norteamericanas resulta una premisa para quienes sin ser adeptos a temas políticos, solo rinden culto a uno de los derechos mas elementales de la humanidad: La libertad.

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