Por Armando Fernández Martí
Santiago de Cuba, 5 may.— La llegada a Cuba en los primeros días de abril de MIL 895 de Antonio Maceo, Máximo Gómez y José Martí, constituyó, sin dudas, el impulso necesario que requería la guerra revolucionaria que había estallado en la isla el 24 de febrero de ese año y que hasta ese momento se mantenía en un estado inerte, aunque en algunas regiones de Oriente se desarrollaron acciones contra los colonialistas españoles.
Santiago de Cuba, 5 may.— La llegada a Cuba en los primeros días de abril de MIL 895 de Antonio Maceo, Máximo Gómez y José Martí, constituyó, sin dudas, el impulso necesario que requería la guerra revolucionaria que había estallado en la isla el 24 de febrero de ese año y que hasta ese momento se mantenía en un estado inerte, aunque en algunas regiones de Oriente se desarrollaron acciones contra los colonialistas españoles.
Fue el 5 de mayo de 1895 que los tres
jefes se encontraron en la finca La Mejorana, en el departamento
oriental, donde intercambiaron opiniones diversas acerca de la
estructura que debía adoptar la revolución no cayendo en los errores del
68 que condujo a la capitulación del proceso independentista en 1878
con el Pacto del Zanjón.
En la entrevista Maceo abogó por sobredimensionar el aspecto militar del proceso nacional-liberador, en tanto que Martí apoyado por Gómez, defendía la tesis de establecer un justo equilibrio entre lo militar y lo civil en el cual el ejército no fuese interferido por acciones del gobierno que se elegiría.
Asimismo, el General Antonio le señaló a Martí con franqueza que su puesto no era aquel sino en Estados Unidos, donde podrá apoyar mejor la causa revolucionaria. En tal sentido, Martí se negó a seguir semejante consejo.
No obstante los desacuerdos entre los tres jefes se reconocieron a José Martí como jefe supremo de la revolución, a Máximo Gómez como General en Jefe del Ejército Libertador, a Antonio Maceo como Jefe de la provincia de Oriente y a José Maceo como Jefe de las fuerzas en Santiago de Cuba.
También se convino en La Mejorana, a propuesta de Maceo, que por su ejecutoria patriótica y por haber sido el sostén del pabellón libertador en la isla hasta ese momento, se eligiese a Bartolomé Masó como Presidente de la República en Armas.
Según se dice, esta reunión terminó sin que Maceo estuviese totalmente convencido de la validez de los criterios de sus colegas y se retiró del lugar evidentemente disgustado, dejando a Gómez y a Martí prácticamente solos con una escolta de 20 hombres. Sin embargo, al siguiente día, Maceo reflexionó sobre su actitud y fueron recibidos en el campamento del Titán de Bronce tanto Gómez y Martí, con los honores correspondientes a sus cargos y un gran abrazo entre los tres hombres como símbolo de la unidad.
La reunión de La Mejorana de los tres grandes jefes revolucionarios Antonio Maceo, Máximo Gómez y José martí, hace hoy 119 años, pudo haber tenido discrepancias lógicas de cualquier proceso emancipador y más cuando se tenían las experiencias de la guerra de 1868. Sin embargo, mostró lo más importante: la unidad necesaria para aspirar a la victoria y la independencia de la patria.
En la entrevista Maceo abogó por sobredimensionar el aspecto militar del proceso nacional-liberador, en tanto que Martí apoyado por Gómez, defendía la tesis de establecer un justo equilibrio entre lo militar y lo civil en el cual el ejército no fuese interferido por acciones del gobierno que se elegiría.
Asimismo, el General Antonio le señaló a Martí con franqueza que su puesto no era aquel sino en Estados Unidos, donde podrá apoyar mejor la causa revolucionaria. En tal sentido, Martí se negó a seguir semejante consejo.
No obstante los desacuerdos entre los tres jefes se reconocieron a José Martí como jefe supremo de la revolución, a Máximo Gómez como General en Jefe del Ejército Libertador, a Antonio Maceo como Jefe de la provincia de Oriente y a José Maceo como Jefe de las fuerzas en Santiago de Cuba.
También se convino en La Mejorana, a propuesta de Maceo, que por su ejecutoria patriótica y por haber sido el sostén del pabellón libertador en la isla hasta ese momento, se eligiese a Bartolomé Masó como Presidente de la República en Armas.
Según se dice, esta reunión terminó sin que Maceo estuviese totalmente convencido de la validez de los criterios de sus colegas y se retiró del lugar evidentemente disgustado, dejando a Gómez y a Martí prácticamente solos con una escolta de 20 hombres. Sin embargo, al siguiente día, Maceo reflexionó sobre su actitud y fueron recibidos en el campamento del Titán de Bronce tanto Gómez y Martí, con los honores correspondientes a sus cargos y un gran abrazo entre los tres hombres como símbolo de la unidad.
La reunión de La Mejorana de los tres grandes jefes revolucionarios Antonio Maceo, Máximo Gómez y José martí, hace hoy 119 años, pudo haber tenido discrepancias lógicas de cualquier proceso emancipador y más cuando se tenían las experiencias de la guerra de 1868. Sin embargo, mostró lo más importante: la unidad necesaria para aspirar a la victoria y la independencia de la patria.
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