Por una mayor producción cafetalera

Por  Douglas Betancourt

Por constituir el café un cultivo con sobrada capacidad para sustituir importaciones y contribuir a las exportaciones, es objeto de importantes análisis con vistas a lograr en el período 2010-2015 su recuperación definitiva.

En las sesiones del quinto período ordinario de sesiones de la VII legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, los parlamentarios conocieron la estrategia del Ministerio de la Agricultura con ese fin, y evaluaron las causas que condujeron al deterioro del importante renglón. Hoy la agricultura cubana prioriza la producción de posturas para garantizar el desarrollo de venideras cosechas del café.

Sin embargo, se ha comprobado que no se están preparando correctamente las áreas para siembra, ya sea por renovación o en áreas nuevas, sobre todo en lo referente al sombrío.

Son pocas las áreas en que se plantan las especies sombreadoras con dos años de antelación a la siembra de café en zonas nuevas y renovaciones, lo que perjudica el futuro de la plantación al hacerse más difícil el manejo del sombrío con relación a la necesidad de iluminación de las plantaciones.

Esta deficiencia de los caficultores a nivel nacional, incide también en la cantidad de plantas que sobreviven. También se aprecian atrasos en el hoyado, insuficiente aplicación de materia orgánica y abonos verdes, así como violaciones técnicas al momento de realizar la siembra.

Otro problema sin resolver es la resiembra, con las primeras posturas que llegan a su estado de desarrollo óptimo.

Aunque el territorio de San Luis, 900 kilómetros de La Habana, es uno de los destacados en la producción cafetalera en la provincia de Santiago de Cuba, el país no escapó a las dificultades, pues en recientes reportes se dio a conocer que la última cosecha pudo haber tenido mejores dividendos.

Los campesinos sanluiseros desde sus estructuras en la base precisan las formas de lograr mayor productividad e ingresos por concepto de ahorro e idoneidad, con lo cual se contribuye al perfeccionamiento del sistema agrícola.

Entre las estrategias se prevé convertir al café en un cultivo popular, favorecer el mejoramiento de las condiciones de vida de los productores y la comunidad, además de fortalecer la cultura cafetalera.

En San Luis, territorio que tiene al café como uno de los renglones económicos fundamentales, existe un clima favorable entre los campesinos que aseguran cumplir con las orientaciones de su dirección nacional y mantener en alza los niveles productivos, como un esfuerzo que refuerza su confianza en los líderes de la Revolución cubana.