El 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud decidió borrar de su lista de enfermedades el homosexualismo, por lo que se adoptó esta fecha como Día Mundial de la lucha contra la Homofobia, que no es más que cualquier tipo de violencia que se practique contra las personas homosexuales, es decir gay, lesbianas, travestis, transgéneros o bisexuales.
Ya suman en el mundo 30 países que se han acogido a esta celebración, entre ellos Cuba, que la realiza desde el año 2007 en un modesto pero significativo aporte a la batalla cotidiana para construir una nueva sociedad, no igualitaria sino diversa, basada en una sola condición, la de los seres humanos, donde nadie debe ser discriminado por el color de la piel, por criterios culturales, ni tendencias sexuales que obstaculicen su desarrollo.
Sin embargo, librar esa batalla en Cuba no es nada fácil por ser este un país con prejuicios muy arraigados sobre el homosexualismo en cualquiera de sus formas, aunque en los últimos años se ha dado un giro de 180 grados en ese sentido, con el apoyo de diferentes instituciones y de los medios de difusión masiva.
No se trata de homosexualizar la sociedad cubana, sino de humanizarla cada vez más acorde con nuestro desarrollo social y cultural y darle espacio a aquellos hombres y mujeres, cuya orientación sexual sea distinta a lo común.
El Código Penal cubano, heredado del español, sancionó por muchos años la ostentación pública del homosexualismo, hasta que en MIL 988 fue derogado ese precepto, sin que por ello se hayan eliminado todos los prejuicios al respecto.
Actualmente nuestro Código de Familia aprobado en 1975 y a propuesta de la Federación de Mujeres Cubanas, está siendo sometido a una revisión para modificar algunos aspectos en ese sentido y que permita la libre orientación sexual e identidad de género, además de proveer a la familia cubana de un instrumento jurídico y sicológico que la ampare en su responsabilidad hacia todos sus integrantes.
Hoy 17 de Mayo, Día Mundial contra la Homofobia, es una fecha para reflexionar acerca de este tema, teniendo en cuenta que cualquier fobia, violenta o pasiva, contra los homosexuales, será siempre un retroceso, una traba, una piedra en el camino, para lograr esa sociedad diversa con todos y para el bien de todos a la que aspiran Cuba y los cubanos.
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