Por Armando Fernández Martí
Se
cumplen 143 años de aquel 14 de mayo de 1869 cuando en el lugar
conocido por San Agustín de Aguarás, en la región oriental cayó
combatiendo por la independencia de Cuba el sargento del Ejército
Libertador, Marcos Evangelista Maceo, el padre de los gloriosos hermanos
Maceo-Grajales, predicando así con su ejemplo para el futuro
comportamiento de sus hijos que marcharon a la manigua conquistar la
libertad de la patria.
Marcos Evangelista Maceo había nacido en
Santiago de Cuba el 25 de abril de 1808 y se señala el año 1842 como
posible fecha de unión con Mariana Grajales, que era viuda al igual que
él, aunque fue en 1851 cuando oficializaron su matrimonio.
De la
unión de Marcos con Mariana nacieron diez hijos: Antonio, José,
Baldomera, Rafael, Miguel, Julio, Dominga, Tomás, Marquito y María
Dolores, aunque ésta última falleció a los pocos meses de nacida.
Asimismo,
Marcos Maceo consideró como suyos a otros cuatro hijos del anterior
matrimonio de Mariana con Fructuoso Regueiferos, quien había fallecido
en MIL 840.
A Marcos Maceo lo describían como de estructura
regular, envuelto en carne y de color pardo, modales reposados, trato
fino y de poco hablar. Su fama de honrado a toda prueba le otorgó
reputación a la familia.
El matrimonio poseía una finca en la
zona de Majaguabo, en el actual municipio San Luis, en la provincia de
Santiago de Cuba, donde toda la prole de Marcos y del anterior
matrimonio de Mariana participaba en las labores agrícolas que le daba
el sustento a la familia.
Ya para mediados de 1868 cuando los
aires del independentismo batían en la isla, la familia Maceo Grajales
participaba en esas inquietudes y crearon la Junta Patriótica de
Majaguabo, que integraron familiares y vecinos de la zona.
Por
eso, al estallar la gesta independentista, el 10 de octubre de 1868,
secundaron el estallido marchando todos a los campos insurrectos,
incluyendo a Mariana con sus hijas Baldomera y Dominga y la esposa de
Antonio, María Cabrales.
Es célebre la anécdota de que el 25 de
octubre de 1868, a solo 15 días del Grito de Independencia o Muerte, en
La Demajagua, Mariana Grajales reunió a toda la familia y de rodilla
ante la imagen de Cristo crucificado les hizo jurar: Libertar a la
Patria o morir por ella.
La mayoría de los hermanos Maceo
Grajales murieron luchando por la independencia de su patria, en la
guerra de 1868 o la de 1895, cumpliendo de esa heroica forma con el
compromiso hecho con Mariana ante la imagen de Cristo.
Y fue el
padre de esta gloriosa estirpe Marcos Evangelista Maceo, el primero en
caer en combate el 14 de mayo de 1869, siete meses después de iniciada
la primera guerra independentista y cuentan que moribundo entre los
brazos de su hijo Antonio, Marcos le dijo: "Así tenemos que morir todos
los Maceo". Y ninguno de ellos lo defraudó.
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