Santiago de Cuba, 6 sep.— Con el recorrido por la franja suroriental cubana, principal zona sismogénica en el país, prosiguió este jueves el taller para el fortalecimiento de las capacidades de preparativos y respuesta ante un terremoto de gran magnitud.
Los participantes en el evento, auspiciado por el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil y el Sistema de Naciones Unidas, visitaron en la primera jornada el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais), un hospital y una comunidad edificada con la norma para construcciones sismoresistentes.
El puerto Guillermón Moncada y el aeropuerto internacional Antonio Maceo fueron igualmente chequeados como parte de la comprobación in situ de las previsiones para el enfrentamiento y la recuperación tras un temblor fuerte, con la premisa de que la prevención y solución de vulnerabilidades es la preparación más efectiva.
Los consejos populares Chivirico y Uvero, del municipio marino y montañoso de Guamá, con la Sierra Maestra y el mar Caribe como entorno natural, mostraron los empeños para mitigar los posibles efectos de un fenómeno telúrico de notable envergadura.
La localidad de Siboney estuvo también entre los objetivos analizados, al igual que áreas urbanas de esta ciudad, la más expuesta a los terremotos en Cuba, donde se puntualizaron acciones y aprestos en pos de salvaguardar vidas y recursos materiales ante uno de esos desastres naturales.
Ante la baja ocurrencia de sismos en los últimos tres años y particularmente en el actual, con solo tres eventos perceptibles, los especialistas del Cenais redoblan el monitoreo y la vigilancia porque se trata de una calma tensa al acumularse energía en las entrañas de la tierra.
Una ampliación de la red de estaciones del Servicio Sismológico Nacional por la geografía cubana y la apertura de una en la zona de El Mariel son esfuerzos por mejorar el seguimiento de esos eventos, en estrecha coordinación con el sistema de la Defensa Civil y organismos estatales.
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