Por Armando Fernández Martí
Santiago de Cuba, 8 dic.— El 8 de diciembre de 1958, hace hoy 59 años, Soledad de Mayarí Arriba, territorio libre del Segundo Frente Oriental Frank País García, acogía a 110 delegados de todo el país para celebrar el Congreso Obrero en Armas, el cual devino símbolo de la alianza inquebrantable de los trabajadores y el Ejército Rebelde, para llevar hacia adelante la Revolución, que en esos momentos prácticamente tenía asegurada la victoria final, frente al régimen dictatorial existente.
El Congreso había sido convocado por el Buró Obrero del Movimiento 26 de Julio con el apoyo del Frente Obrero Nacional Unido, frente al as artimañas del gobierno tiránico y los empresarios, fundamentalmente los azucareros, que habían decidido no realizar la zafra correspondiente a ese año argumentando que el Ejército Rebelde se lo impedía, culpándolo de la carencia de piezas y combustible para las reparaciones.
Teniendo en cuenta lo anterior se tuvo la idea inicial de convocar a una plenaria azucarera, pero organizaciones sindicales de sectores como el portuario, transporte, construcciones, electricidad, medicina, carpinteros y panaderos, entre otros, se sumaron al proyecto para convertirlo en un Congreso Obrero.
Fijado inicialmente para el 7 de diciembre, fue necesario posponerlo para el día siguiente, pues de los 110 delegados, 12 adoptaron una posición divisionista, intentando cambiar los objetivos de este evento obrero, por lo que fueron expulsados, prevaleciendo el criterio de la unidad entre los 98 que se reunieron finalmente en el mismo escenario donde tres meses atrás se había celebrado el Congreso Campesino en Armas.
Durante el importante fórum se adoptaron 14 acuerdos de trascendental importancia para la lucha inmediata, entre estos, el apoyo al sector campesino en su lucha por una verdadera reforma agraria, apoyar a los azucareros en el reclamo del pago del diferencial y que estos donaran un 20 por ciento al Ejército Rebelde, así como la creación de una comisión de Trabajadores Libres integrada por cuatro compañeros que actuarían como directivos provisionales.
Los delegados a este importante evento no pudieron contar en esta ocasión con la presencia del Comandante Raúl Castro Ruz, porque en esos momentos en el Segundo Frente Oriental, bajo su mando, se desarrollaban importantes acciones contra el ejército de la dictadura por la toma de Songo, La Maya y San Luis, como parte de la Batalla de Oriente.
No obstante, el Congreso Obrero en Armas, celebrado hace hoy 59 años, fue fragua de la unidad y la alianza obrero-campesina, que después del triunfo de la Revolución posibilitó la consolidación del movimiento obrero en torno a la revolución triunfante.
Santiago de Cuba, 8 dic.— El 8 de diciembre de 1958, hace hoy 59 años, Soledad de Mayarí Arriba, territorio libre del Segundo Frente Oriental Frank País García, acogía a 110 delegados de todo el país para celebrar el Congreso Obrero en Armas, el cual devino símbolo de la alianza inquebrantable de los trabajadores y el Ejército Rebelde, para llevar hacia adelante la Revolución, que en esos momentos prácticamente tenía asegurada la victoria final, frente al régimen dictatorial existente.
El Congreso había sido convocado por el Buró Obrero del Movimiento 26 de Julio con el apoyo del Frente Obrero Nacional Unido, frente al as artimañas del gobierno tiránico y los empresarios, fundamentalmente los azucareros, que habían decidido no realizar la zafra correspondiente a ese año argumentando que el Ejército Rebelde se lo impedía, culpándolo de la carencia de piezas y combustible para las reparaciones.
Teniendo en cuenta lo anterior se tuvo la idea inicial de convocar a una plenaria azucarera, pero organizaciones sindicales de sectores como el portuario, transporte, construcciones, electricidad, medicina, carpinteros y panaderos, entre otros, se sumaron al proyecto para convertirlo en un Congreso Obrero.
Fijado inicialmente para el 7 de diciembre, fue necesario posponerlo para el día siguiente, pues de los 110 delegados, 12 adoptaron una posición divisionista, intentando cambiar los objetivos de este evento obrero, por lo que fueron expulsados, prevaleciendo el criterio de la unidad entre los 98 que se reunieron finalmente en el mismo escenario donde tres meses atrás se había celebrado el Congreso Campesino en Armas.
Durante el importante fórum se adoptaron 14 acuerdos de trascendental importancia para la lucha inmediata, entre estos, el apoyo al sector campesino en su lucha por una verdadera reforma agraria, apoyar a los azucareros en el reclamo del pago del diferencial y que estos donaran un 20 por ciento al Ejército Rebelde, así como la creación de una comisión de Trabajadores Libres integrada por cuatro compañeros que actuarían como directivos provisionales.
Los delegados a este importante evento no pudieron contar en esta ocasión con la presencia del Comandante Raúl Castro Ruz, porque en esos momentos en el Segundo Frente Oriental, bajo su mando, se desarrollaban importantes acciones contra el ejército de la dictadura por la toma de Songo, La Maya y San Luis, como parte de la Batalla de Oriente.
No obstante, el Congreso Obrero en Armas, celebrado hace hoy 59 años, fue fragua de la unidad y la alianza obrero-campesina, que después del triunfo de la Revolución posibilitó la consolidación del movimiento obrero en torno a la revolución triunfante.
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