Por José Raúl Castillo Argüelles/Foto Internet
Santiago de Cuba, 9 jul.— El equipo de Holanda derrotó por segunda vez a Cuba en Rotterdam y lo destinó al último lugar de la tabla de posiciones del Torneo Interpuertos 2017, desenlace que devino triste epílogo a la participación cubana y reafirmó el manifiesto dominio ejercido por los europeos; cuya tropa, cuajada de viejos conocidos, ha hecho de este ejercicio toda una rutina.
El partido finalizó con saldo estrecho de 3 carreras por 1. Bastó a los holandeses el racimo conseguido en la tercera entrada para inclinar la balanza a su favor, pues las huestes de Vladimir Hernández apenas consiguieron seis indiscutibles frente a un total de cuatro lanzadores utilizados por el adversario.
En ese fatídico tercer capítulo el patrullero izquierdo Nick Peels se apuntó infield jit por el campo corto y avanzó a segunda por error en fildeo del lanzador Cesar García sobre batazo de Chris Garia. Otro infield jit (Stinj van der Meer) complicó más las cosas y acto seguido un oportuno sencillo de Dwayne Kemp con las bases llenas rompió el celofán al llevar a los dos corredores adelantados hasta la goma. La última marca cristalizó por avance de Meer hacia el pentágono mientras se concretaba una jugada de doble matanza iniciada tras conexión por segunda del cuarto bate Gianison Boekhoud.
El abridor de los locales fue el experimentado Diegomar Markwell, autor de tres argollas, quien cedió el puesto al relevista Jim Ploeger en el incio del cuarto tramo después de un out en la pizarra y con un corredor a bordo por jit, tercero que admitió Markwell.
Ploeger añadió otros dos ceros y no fue sino en la sexta entrada cuando los cubanos consiguieron la solitaria carrera que sirvió sólo para evitar la lechada.
Un infield jit de Aníbal Medina después de un out fue seguido por un boleto a Dainier Gálvez y luego Yusniel Ibáñez suscribió oportuno imparable que produjo la anotación.
En lo adelante Cuba no consiguió conectar siquiera un jit frente a los tiradores Kevin Kelly y Mike Bolsenbroek quienes se repartieron el último tercio con una labor hermética que selló el triunfo de los holandeses.
El balance de la justa nos deja entre las pocas cosas favorables el hecho de que los dos jugadores santiagueros que participaron lo hicieron bien, pues ambos lograron excelentes promedios de bateo. Yoelquis Guibert lo hizo para .423 y Edilse Silva para .385.
En fin, otra pálida actuación cubana que se contrapone a resultados previos en este certamen europeo donde en sus últimas siete participaciones, antes del descalabro actual, había conseguido seis títulos.
Si los torneos holandeses venían siendo una suerte de bálsamo para Cuba en la arena internacional en el béisbol de mayores ahora la cosa mudó desapaciblemente y la embajada beisbolera regresa a casa trasquilada y con los sueños previos conmutados en agobiante pesadilla.
Más no serán las lamentaciones la solución a este rumbo adverso. Hay que ponerse las pilas para reanimar nuestro amado deporte nacional porque la dura realidad nos está mostrando con obstinada persistencia que en la pelota cubana también hay que cambiar lo que tenga que ser cambiado, con audacia , valentia e inteligencia, si no queremos que la ruinosa trayectoria de los últimos tiempos siga su curso inexorablemente.
Santiago de Cuba, 9 jul.— El equipo de Holanda derrotó por segunda vez a Cuba en Rotterdam y lo destinó al último lugar de la tabla de posiciones del Torneo Interpuertos 2017, desenlace que devino triste epílogo a la participación cubana y reafirmó el manifiesto dominio ejercido por los europeos; cuya tropa, cuajada de viejos conocidos, ha hecho de este ejercicio toda una rutina.
El partido finalizó con saldo estrecho de 3 carreras por 1. Bastó a los holandeses el racimo conseguido en la tercera entrada para inclinar la balanza a su favor, pues las huestes de Vladimir Hernández apenas consiguieron seis indiscutibles frente a un total de cuatro lanzadores utilizados por el adversario.
En ese fatídico tercer capítulo el patrullero izquierdo Nick Peels se apuntó infield jit por el campo corto y avanzó a segunda por error en fildeo del lanzador Cesar García sobre batazo de Chris Garia. Otro infield jit (Stinj van der Meer) complicó más las cosas y acto seguido un oportuno sencillo de Dwayne Kemp con las bases llenas rompió el celofán al llevar a los dos corredores adelantados hasta la goma. La última marca cristalizó por avance de Meer hacia el pentágono mientras se concretaba una jugada de doble matanza iniciada tras conexión por segunda del cuarto bate Gianison Boekhoud.
El abridor de los locales fue el experimentado Diegomar Markwell, autor de tres argollas, quien cedió el puesto al relevista Jim Ploeger en el incio del cuarto tramo después de un out en la pizarra y con un corredor a bordo por jit, tercero que admitió Markwell.
Ploeger añadió otros dos ceros y no fue sino en la sexta entrada cuando los cubanos consiguieron la solitaria carrera que sirvió sólo para evitar la lechada.
Un infield jit de Aníbal Medina después de un out fue seguido por un boleto a Dainier Gálvez y luego Yusniel Ibáñez suscribió oportuno imparable que produjo la anotación.
En lo adelante Cuba no consiguió conectar siquiera un jit frente a los tiradores Kevin Kelly y Mike Bolsenbroek quienes se repartieron el último tercio con una labor hermética que selló el triunfo de los holandeses.
El balance de la justa nos deja entre las pocas cosas favorables el hecho de que los dos jugadores santiagueros que participaron lo hicieron bien, pues ambos lograron excelentes promedios de bateo. Yoelquis Guibert lo hizo para .423 y Edilse Silva para .385.
En fin, otra pálida actuación cubana que se contrapone a resultados previos en este certamen europeo donde en sus últimas siete participaciones, antes del descalabro actual, había conseguido seis títulos.
Si los torneos holandeses venían siendo una suerte de bálsamo para Cuba en la arena internacional en el béisbol de mayores ahora la cosa mudó desapaciblemente y la embajada beisbolera regresa a casa trasquilada y con los sueños previos conmutados en agobiante pesadilla.
Más no serán las lamentaciones la solución a este rumbo adverso. Hay que ponerse las pilas para reanimar nuestro amado deporte nacional porque la dura realidad nos está mostrando con obstinada persistencia que en la pelota cubana también hay que cambiar lo que tenga que ser cambiado, con audacia , valentia e inteligencia, si no queremos que la ruinosa trayectoria de los últimos tiempos siga su curso inexorablemente.
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