Santiago de Cuba, 6 jul.— La Casa de la Trova Pepe Sánchez, de esta ciudad, fundada el 28 de julio de 1968 y considerada templo del género musical en Cuba, recibió hoy la bandera de Vanguardia Nacional.
El reconocimiento fue entregadó en el
ámbito de la celebración del aniversario 37 de los Estudios Siboney de
la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM), a cuyo sello
discográfico pertenece la institución reconocida por la Central de
Trabajadores de Cuba.
Matizaron ese momento el Dúo Cohíba y la solista Grisell Gómez, acompañada del guitarrista Gabino Jardines, con piezas emblemáticas como Perla Marina, de Sindo Garay, Porque me siento triste y Veinte años, de María Teresa Vera, y Gracias a la vida, de la chilena Violeta Parra.
Arturo Aguilera, administrador, destacó el compromiso de brindar un servicio de calidad a los visitantes nacionales y extranjeros que tanto frecuentan el lugar.
El acto se realizó en la casa original, un rincón lleno de recuerdos para viejos cantores y amantes de sus interpretaciones, y donde cuelgan en las paredes pinturas y fotografías de trovadores que les cantaron al amor, a la mujer, al desengaño, a la vida y a la ciudad.
Su semilla estuvo en un zaguán, en el cual el también trovador Virgilio Palais vendía comestibles ligeros, café, tabaco y cigarros pero, a la vez, dejaba escuchar su voz, que atrajo poco a poco a otros cantores, compositores y guitarristas.
El Café de Virgilio, como llegó a llamarse, dio lugar a la Casa de la Trova de Santiago de Cuba, que está a las puertas de su 49 cumpleaños.
Numerosos nombres están ligados a su historia como Sindo Garay, Miguel Matamoros, Emiliano Blez, Ignacio Bombú (Pucho el Pollero), Ángel Almenares, Ramón Márquez y el propio Palais, estos tres últimos con un protagonismo en su surgimiento.
A la entrada se pueden apreciar letras del compositor Pedro Ibáñez: “Desmientan al que diga que la trova ya murió. La trova no ha muerto, no…”.
Numerosas personalidades del mundo han visitado la institución, entre esas Paul Mc Cartney, exintegrante del grupo británico Los Beatles, el 14 de enero del 2000.
Matizaron ese momento el Dúo Cohíba y la solista Grisell Gómez, acompañada del guitarrista Gabino Jardines, con piezas emblemáticas como Perla Marina, de Sindo Garay, Porque me siento triste y Veinte años, de María Teresa Vera, y Gracias a la vida, de la chilena Violeta Parra.
Arturo Aguilera, administrador, destacó el compromiso de brindar un servicio de calidad a los visitantes nacionales y extranjeros que tanto frecuentan el lugar.
El acto se realizó en la casa original, un rincón lleno de recuerdos para viejos cantores y amantes de sus interpretaciones, y donde cuelgan en las paredes pinturas y fotografías de trovadores que les cantaron al amor, a la mujer, al desengaño, a la vida y a la ciudad.
Su semilla estuvo en un zaguán, en el cual el también trovador Virgilio Palais vendía comestibles ligeros, café, tabaco y cigarros pero, a la vez, dejaba escuchar su voz, que atrajo poco a poco a otros cantores, compositores y guitarristas.
El Café de Virgilio, como llegó a llamarse, dio lugar a la Casa de la Trova de Santiago de Cuba, que está a las puertas de su 49 cumpleaños.
Numerosos nombres están ligados a su historia como Sindo Garay, Miguel Matamoros, Emiliano Blez, Ignacio Bombú (Pucho el Pollero), Ángel Almenares, Ramón Márquez y el propio Palais, estos tres últimos con un protagonismo en su surgimiento.
A la entrada se pueden apreciar letras del compositor Pedro Ibáñez: “Desmientan al que diga que la trova ya murió. La trova no ha muerto, no…”.
Numerosas personalidades del mundo han visitado la institución, entre esas Paul Mc Cartney, exintegrante del grupo británico Los Beatles, el 14 de enero del 2000.
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