Santiago de Cuba, 10 mar.— A través de sus muchos años de experiencia investigando el arte, el ensayista Frank Padrón ha descubierto el fascinante vínculo entre el mundo de la creación espiritual y la gastronomía, atractiva relación que hoy devela con el libro «El cocinero, el sommelier, el ladrón y su(s) amante(s)», presentado como parte del programa del XV Festival Internacional de Documentales “Santiago Álvarez in Memoriam”.
Explica el acucioso investigador que “ya
tenía un texto anterior donde había hurgado específicamente en el cine,
llamado «Co-Cine. El discurso culinario en la pantalla grande», pero
quería reflejar también la presencia de la gastronomía en la literatura y
las otras artes, por eso este libro que hoy se presenta”.
En el nuevo texto, que sale bajo el sello de la Editorial Oriente, se hace referencia al discurso artístico y el arte culinario, con menciones que van desde la Biblia, textos importantes del Renacimiento, cuentos de Giovanni Boccaccio, un pasaje del Quijote, hasta la literatura cubana donde se refleja el poema «Oda a la Piña», también de Virglio Piñera está «La carne de René», una obra de teatro inspirada en Piñera, «Si vas a comer espera por Virgilio», entre otras alusiones más.
Popular en los hogares cubanos, con la conducción del espacio «Cine de Nuestra América», Frank Padrón agradeció a la Editorial Oriente por apoyar la publicación de libros relacionados con la cultura culinaria, al considerarla como “una de las más importantes del país” y también reconoció que una de las motivaciones personales para escribir «El cocinero, el sommelier, el ladrón y su(s) amante(s)» fue, sencillamente, que disfruta la buena gastronomía y las obras que la tienen como inspiración.En «El cocinero, el sommelier, el ladrón y su(s) amante(s)», igual que en sus demás textos, Frank Padrón no se limita a la búsqueda
superficial de referencias, sino que exhibe toda su capacidad para relacionar cualquiera de las aristas del arte, en su más amplio sentido y fruto de años de investigación, agarrándose de cuanto recurso lingüístico, semántico o literario existe para invitar al lector a un goce profundo del texto. Hay que resaltar, además el excelente uso de la gráfica ilustrativa donde se refleja, entre otros, fotos una vasta colección de bodegones que calzan el texto y también fotogramas de películas reconocidas.
Frank Padrón ha sido un fecundo creador, con una carrera que se mueve con gran facilidad entre el ensayo, la crítica de arte y la investigación. En 2016 recibió el premio UNEAC Enrique José Varona por su libro «De la letra a la esencia. Mirta Aguirre y el barroco literario».
Con el ensayo «Co-cine. El discurso culinario en la pantalla grande», Frank Padrón obtuvo reconocimiento internacional, específicamente en el prestigioso concurso Gourmand World Cookbooks Award. Fue ganador, en la edición 2012, dentro del acápite Food literature (literatura sobre comida) en la primera etapa del concurso, y resultó finalista en la etapa definitiva.
El XV Festival Internacional de Documentales “Santiago Álvarez in Memoriam”, que termina este sábado con la entrega de premios y reconocimientos a las mejores obras en concursos, se ratifica –desde ya–, como uno de los espacios más importante de intercambio sobre ese género cinematográfico.
En el nuevo texto, que sale bajo el sello de la Editorial Oriente, se hace referencia al discurso artístico y el arte culinario, con menciones que van desde la Biblia, textos importantes del Renacimiento, cuentos de Giovanni Boccaccio, un pasaje del Quijote, hasta la literatura cubana donde se refleja el poema «Oda a la Piña», también de Virglio Piñera está «La carne de René», una obra de teatro inspirada en Piñera, «Si vas a comer espera por Virgilio», entre otras alusiones más.
Popular en los hogares cubanos, con la conducción del espacio «Cine de Nuestra América», Frank Padrón agradeció a la Editorial Oriente por apoyar la publicación de libros relacionados con la cultura culinaria, al considerarla como “una de las más importantes del país” y también reconoció que una de las motivaciones personales para escribir «El cocinero, el sommelier, el ladrón y su(s) amante(s)» fue, sencillamente, que disfruta la buena gastronomía y las obras que la tienen como inspiración.En «El cocinero, el sommelier, el ladrón y su(s) amante(s)», igual que en sus demás textos, Frank Padrón no se limita a la búsqueda
superficial de referencias, sino que exhibe toda su capacidad para relacionar cualquiera de las aristas del arte, en su más amplio sentido y fruto de años de investigación, agarrándose de cuanto recurso lingüístico, semántico o literario existe para invitar al lector a un goce profundo del texto. Hay que resaltar, además el excelente uso de la gráfica ilustrativa donde se refleja, entre otros, fotos una vasta colección de bodegones que calzan el texto y también fotogramas de películas reconocidas.
Frank Padrón ha sido un fecundo creador, con una carrera que se mueve con gran facilidad entre el ensayo, la crítica de arte y la investigación. En 2016 recibió el premio UNEAC Enrique José Varona por su libro «De la letra a la esencia. Mirta Aguirre y el barroco literario».
Con el ensayo «Co-cine. El discurso culinario en la pantalla grande», Frank Padrón obtuvo reconocimiento internacional, específicamente en el prestigioso concurso Gourmand World Cookbooks Award. Fue ganador, en la edición 2012, dentro del acápite Food literature (literatura sobre comida) en la primera etapa del concurso, y resultó finalista en la etapa definitiva.
El XV Festival Internacional de Documentales “Santiago Álvarez in Memoriam”, que termina este sábado con la entrega de premios y reconocimientos a las mejores obras en concursos, se ratifica –desde ya–, como uno de los espacios más importante de intercambio sobre ese género cinematográfico.
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