Por Claudia González CatalánSantiago de Cuba, 12 jun.— Desde febrero de este año se cerró la Trocha. Pero no para dar paso al acostumbrado tumulto bullicioso que acompañara las ceremonias populares del béisbol santiaguero, o el famoso carnaval descrito por Nicolás Guillén como “…un vocerío, un griterío ensordecedor”.
Ahora las noches de brillo cambiaron por jornadas al sol, la música por sonidos 
mecánicos
y el trofeo por lauros de la voluntad. Esta emblemática arteria
santiaguera rejuvenece gracias a un abarcador programa de
rehabilitación.
“Cuando se inició el proyecto –nos cuenta Gisela Mayo, Directora del Plan Maestro de la Oficina del Conservador de la Ciudad-, empezamos con una imagen de la calle totalmente deteriorada. Edificaciones en mal estado con muy mala imagen, no existía mobiliario urbano, el pavimento de la calle muy malo, las aceras destruidas, árboles caídos, mala señalética urbana… pero todo podía ser salvado”.
La
remodelación de aceras y contenes, con áreas de jardinería y luminarias
led, la creación de parques infantiles y la restitución de redes
hidráulicas se extenderá a los más de dos kilómetros de la vía. Sin
embargo, la primera etapa concentra las acciones constructivas en el
área del carnaval.
Esta fiesta popular que en otros tiempos afectó la funcionalidad de la calle, hoy busca sumar la preservación urbanística a sus tradiciones.
“No
vamos a dejar de hacer los carnavales en Trocha –asegura Gisela Mayo-.
Esta es un área cultural por excelencia y continuará siéndolo, pero con
un diseño y un proyecto de carnaval diferente, de excelencia. Por lo
tanto, ya se está proponiendo un nuevo diseño de quiosco de carnaval que
implica una estructura duradera, con colorido y con un diseño acorde a
las transformaciones que está teniendo la calle”.
Más
de 20 organismos del Estado tienen parte en el rescate de la arteria,
pero los propios vecinos son protagonistas de este proyecto que incluye
además la intervención de 12 ciudadelas y la revitalización de 600
fachadas de viviendas.
Aunque fuera oficialmente bautizada como Avenida 24 de Febrero, seguirá siendo para los santiagueros la centenaria Trocha, el camino que lleva irremisiblemente al mar.
mecánicos
y el trofeo por lauros de la voluntad. Esta emblemática arteria
santiaguera rejuvenece gracias a un abarcador programa de
rehabilitación.“Cuando se inició el proyecto –nos cuenta Gisela Mayo, Directora del Plan Maestro de la Oficina del Conservador de la Ciudad-, empezamos con una imagen de la calle totalmente deteriorada. Edificaciones en mal estado con muy mala imagen, no existía mobiliario urbano, el pavimento de la calle muy malo, las aceras destruidas, árboles caídos, mala señalética urbana… pero todo podía ser salvado”.
La
remodelación de aceras y contenes, con áreas de jardinería y luminarias
led, la creación de parques infantiles y la restitución de redes
hidráulicas se extenderá a los más de dos kilómetros de la vía. Sin
embargo, la primera etapa concentra las acciones constructivas en el
área del carnaval. Esta fiesta popular que en otros tiempos afectó la funcionalidad de la calle, hoy busca sumar la preservación urbanística a sus tradiciones.
“No
vamos a dejar de hacer los carnavales en Trocha –asegura Gisela Mayo-.
Esta es un área cultural por excelencia y continuará siéndolo, pero con
un diseño y un proyecto de carnaval diferente, de excelencia. Por lo
tanto, ya se está proponiendo un nuevo diseño de quiosco de carnaval que
implica una estructura duradera, con colorido y con un diseño acorde a
las transformaciones que está teniendo la calle”.Más
de 20 organismos del Estado tienen parte en el rescate de la arteria,
pero los propios vecinos son protagonistas de este proyecto que incluye
además la intervención de 12 ciudadelas y la revitalización de 600
fachadas de viviendas. Aunque fuera oficialmente bautizada como Avenida 24 de Febrero, seguirá siendo para los santiagueros la centenaria Trocha, el camino que lleva irremisiblemente al mar.
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