Sabor santiaguero por el alcance del bolsillo popular +Fotos

Por Claudia González Catalán

Santiago de Cuba, 9 feb.— Una decena de puestos de venta bordean el camino de más de 70 kilómetros desde Contramaestre hasta la Ciudad Héroe. En bateyes tan naturales como nacidos de la tierra, una oferta variada sorprende al viajero.

La promesa de excelencia termina por convencer y el viaje continúa con sabor a Santiago. Pero esta historia comienza tierra adentro. 7 años han transcurrido desde la promulgación del Decreto Ley 259 que modificó los principios en el manejo del suelo.

Se autorizó el uso y tenencia de tierras ociosas en usufructo para estimular la producción. 27 mil 361 usufructuarios, atienden con desvelo las cosechas en más de 350 mil hectáreas inscritas en el registro para su explotación agrícola.

Hoy este territorio se muestra distinto en el comercio de alimentos. Nuevos mercados y remozados establecimientos, expenden una diversificada oferta de vegetales, viandas y frutas.

Una cena especializada o la reunión familiar comienzan siempre con esta rutina. Pero la plena complacencia popular reclama una correlación distinta entre la elevación de la oferta y el alcance de la demanda.

Las inspecciones a las tierras y la discusión del plan de siembra para asegurar mayor variedad de cultivos cuentan entre las medidas implementadas por el Partido y el Gobierno.

Las autoridades de la provincia controlan en detalle cada uno de estos lugares donde se intenta que los precios sean más accesibles al bolsillo del pueblo. Sin embargo, aún no se perciben entre todos por igual.

Liudmila Castro es doctora. Ella afirma haber percibido una rebaja de precios en algunos productos, aunque otros se mantienen un poco elevados: “Realmente todo lo que son vegetales, viandas, frutas, muy importantes para la nutrición, desde el punto de vista médico, todavía se le hacen un poco inaccesibles a la población en general. Creo que debe seguirse el estudio de las cosas que pueden rebajarse y ponerlo en relación siempre con los salarios de los trabajadores.”

La comercialización se ha consolidado con el contrato al ciento por ciento de los productores y estructuras. Se suman también la vinculación directa de estos a los mercados agropecuarios estatales y la reorganización de los cuentapropistas en los puestos de oferta y demanda.

Frank Roberto Hierrezuelo Betancourt, Administrador del Mercado Agropecuario Estatal Ferreiro nos comenta: “Ya podemos ver que desde inicio de año hay un grupo de productos que han venido bajando de precio. Es el caso del tomate que comenzó a 15 o 20 pesos y hoy está a $4 la libra. A medida que las producciones van aumentando, van trabajando en conjunto la dirección de Acopio con el Gobierno y el Partido, para que a estos productos se les vaya nivelando el precio”.

Motivos que distinguen las propuestas del Mercado Cañedo, ubicado en la céntrica avenida Victoriano Garzón. “La oferta es más asequible y a los consumidores les gusta mucho porque ellos mismos escogen su mercancía.”, afirma Yoleidis Leyva Duarte, Administradora del Mercado Especializado Grazón y Cañedo.

“Hay dos formas productivas asociadas a esta unidad –explica Yoleidis-, una es Acopio Santiago y la otra es Agropecuaria Caney, así que los precios se convenian según la calidad de los productos”.

Ena Pérez López coincide con la opinión general sobre este mercado: “La oferta es bastante buena y el trato también.

Yo siempre vengo aquí porque es muy céntrico y siempre está bastante surtido. El problema son los precios que para la economía, son un poquito elevados”.

Otros sitios como El guamense o El mamey también comienzan a ganar clientes habituales.

“Últimamente parece que se está abasteciendo mejor, porque en estos días El guamense está ofertando bastante mercancía -asegura José Manuel Consuegra Larralde-. Hemos visto bastante mejoría, calidad y los precios han bajado algo pero todavía necesitamos que bajen un poco más. Se habló de un tope, pero todavía no lo vemos”.

Sonia Núñez, vecina del Reparto Versalles, viene habitualmente hasta el mercado El mamey en la Avenida Victoriano Garzón: “La calidad de los productos, por lo menos en este puesto, están bastante aceptables. Me gusta. Yo siempre vengo aquí a este puestecito a comprarle frutas a los niños míos en casa. Me siento complacida –asegura Sonia-. Fíjese si es así que me voy con dos bolsos llenos de frutas”.

Famosa por sus mangos o sus pregones, Santiago se ha establecido como la región del sabor. Aprovechar cada palmo de tierra, con la explotación plena de los recursos y una gestión eficiente es el principio en el propósito de conseguir alimentos variados con precios cada vez más justos y asequibles.