Por Noris Rosado Figueredo
Santiago de Cuba, 27 ene.— Como un tema recurrente, la violencia continúa con fuerza en los diferentes hogares y países. Cuba no está ajena a este flagelo, por lo que a menudo vemos como muchos padres (madre y padre), aplican la violencia a sus hijos. También otros familiares que conviven en el hogar se dan el lujo de abusar de los menores.
Santiago de Cuba, 27 ene.— Como un tema recurrente, la violencia continúa con fuerza en los diferentes hogares y países. Cuba no está ajena a este flagelo, por lo que a menudo vemos como muchos padres (madre y padre), aplican la violencia a sus hijos. También otros familiares que conviven en el hogar se dan el lujo de abusar de los menores.
Al decir de Jean Paul Sartrer, la
violencia crea más problemas sociales que los que resuelve, y es una
pena que muchas personas no se percaten de que lo que se obtiene con
violencia, solamente se puede mantener con la violencia.
Mamá y papá, además de dar golpes a sus hijos, los ofenden con palabras obscenas, les gritan y los empujan, por el simple hecho, de ser los padres y haber "parido" a esas criaturas, que lejos de maltratos, necesitan cariño y protección, como señala la Convención de Derechos del niño y la niña.
Otro asunto que se ve en los últimos tiempos, es que cuando los niños y niñas riñen por cualquier cosa, ya sea simple o compleja, salen los padres como fieras y ordenan a los hijos a dar puñetazo, patadas y hasta utilizar cuchillo u otra arma.
Pero eso no es todo, conminan al menor a esa fechoría, alegando que para eso tienen el dinero que permite pagar la multa por el daño que puedan causar. ¡Qué horror!
Y nos preguntamos entonces ¿Qué clase de educación se le está dando a los niños y niñas? ¿Estamos criando personas o animales? ¿ Hasta cuándo la violencia ?. Martin Luther King, sentenció que la violencia es el último recurso del incompetente, por tanto, como personas competentes y de buen juicio, digamos NO a la violencia familiar.
Cuidar a nuestros hijos es un deber, para que crezcan felices y sean hombres de bien.
Mamá y papá, además de dar golpes a sus hijos, los ofenden con palabras obscenas, les gritan y los empujan, por el simple hecho, de ser los padres y haber "parido" a esas criaturas, que lejos de maltratos, necesitan cariño y protección, como señala la Convención de Derechos del niño y la niña.
Otro asunto que se ve en los últimos tiempos, es que cuando los niños y niñas riñen por cualquier cosa, ya sea simple o compleja, salen los padres como fieras y ordenan a los hijos a dar puñetazo, patadas y hasta utilizar cuchillo u otra arma.
Pero eso no es todo, conminan al menor a esa fechoría, alegando que para eso tienen el dinero que permite pagar la multa por el daño que puedan causar. ¡Qué horror!
Y nos preguntamos entonces ¿Qué clase de educación se le está dando a los niños y niñas? ¿Estamos criando personas o animales? ¿ Hasta cuándo la violencia ?. Martin Luther King, sentenció que la violencia es el último recurso del incompetente, por tanto, como personas competentes y de buen juicio, digamos NO a la violencia familiar.
Cuidar a nuestros hijos es un deber, para que crezcan felices y sean hombres de bien.
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