Por Aida Quintero DipSantiago de Cuba, 28 oct.— Amplia repercusión ha tenido en los santiagueros la categórica victoria de Cuba en la ONU, donde los 191 votos a favor de la Resolución para poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de los EE.UU. contra la Isla, indican lo anacrónico de esa política.
El respaldo de la comunidad internacional ha sido casi unánime en esta vigésimocuarta votación, como muestra de que se reconoce el espíritu de resistencia y abnegación de los cubanos ante una política ilegal que rebasa el medio siglo, declaró a la AIN William Segura, trabajador jubilado de las Comunicaciones.
Para la profesora de la Universidad de Oriente, Viviana Muñiz, además de ser una nueva victoria de Cuba, indica cómo el pueblo de esta nación ha sabido sobreponerse y salir adelante ante las dificultades que causa ese genocida proceder a la salud pública, la educación, la economía y la vida de sus habitantes.
Los jóvenes tenemos que hacernos eco de ese triunfo, precisó, para poder generar cambios positivos dentro de nuestros propios escenarios, a partir de lo expresado por el canciller Bruno Rodríguez durante su intervención este martes en la ONU.
La enfermera jubilada María Verdecia consideró reconfortante escuchar el apoyo de los participantes a nuestra causa, y que se reconociera la frustración de ese proceder genocida que viola de manera flagrante y sistemática los derechos humanos de los cubanos.
Esa política fracasada y obsoleta que afecta a toda la sociedad cubana no se corresponde con el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países, por lo que es tiempo de eliminar el bloqueo, opinó Marvis Ferrer, dirigente del sindicato de la Cultura en el municipio cabecera.
Como dijo Bruno Rodríguez no renunciaremos jamás a nuestra soberanía y a seguir el camino escogido en la edificación de un socialismo más eficiente y próspero, concluyó.
Cuando en el año 1992 Cuba presentó por primera vez un proyecto de resolución de condena contra esa política norteamericana, muchos consideraron que no pasaría de una oposición simbólica, aunque la aprobara la mayoría de los miembros de la ONU en ese momento.
Sin embargo, en estos años el apoyo mundial contra el criminal bloqueo ha crecido hasta dejar aislado al agresor y de hecho constituye uno de los motivos por los cuales se restablecieron las relaciones diplomáticas entre Cuba y Washington, y la voluntad cubana de no ceder ni un ápice en sus principios.
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