Restauran edificaciones patrimoniales del Centro histórico santiaguero

Por Israel Hernández Planas

Santiago de Cuba, 14 sep.— La villa de Santiago de Cuba se aproxima a cumplir su aniversario 500 por lo que arquitectos, ingenieros y constructores desarrollan un amplio plan de reconstrucción en algunos de los edificios más emblemáticos de esta añeja ciudad. Acometiendo trabajos de diversas complejidades centenares de especialistas y obreros buscan devolver la funcionalidad y esplendor a varias edificaciones del Centro histórico que por el paso de los años ya muestran distintos niveles de deterioro. Es una tarea que involucra a santiagueros de diferentes generaciones.

Distante en el tiempo y muy dentro de su memoria Jacinto Vargas Vegó resguarda los primeros momentos de su vida como constructor. Cuarenta y cuatro años dedicados por completo a uno de los trabajos más arduos le hicieron vivir las edificaciones de muchos sitios importantes para Santiago de Cuba como la Textilera Celia Sánchez, la Central Termoléctrica RENTE y el Combinado Cárnico del Cristo. Ahora la ciudad que se volvió mucho más funcional gracias al trabajo de Jacinto llegará a los 500 años y para este avezado constructor dedicarle una obra a semejante acontecimiento es una cuestión de honor.

"Es un hecho. Cada vez que paso por uno de los sitios que yo ayude a construir me embarga un orgullo que aunque lo oculto es muy grande. Me imagino pasar por este sitio dentro de unos años y ver a la gente aquí haciendo sus trámites y los trabajadores del lugar sintiéndose cómodos con la obra, entonces me reiré y diré, bueno, eso lo hice yo", expresas Jacinto que acomete la demolición de toneladas de hormigón que recubren las viejas vigas de acero de un banco en el llamado casco histórico.

Por eso este constructor de la ECOI 11 no da descanso a su organismo que ya cuenta 61 años. Al igual que él decenas de trabajadores revolucionan los alrededores del Parque Céspedes, donde quedó erigida la ciudad antigua de Santiago en 1515. En esta parte se acometen obras tan complejas como el antiguo Banco Real de Canadá, ahora sucursal de Banco de Crédito y Comercio BANDEC, o el imponente Hotel Imperial y la Catedral Metropolitana. Aunque se trata de edificios de diversas construcciones y las tareas son igual de difíciles para todos, cada uno de los que trabajan en las obras por el aniversario 500 lo hacen con el particular orgullo de renovar los edificios que hacen de Santiago un tesoro arquitectónico.

"Son obras que uno no sabe ver la ciudad sin ellas. Es un deber preservarlas para que Santiago siga siendo la ciudad que muchas generaciones conocieron de exquisita también en su arquitectura pública y por su puesto para que la disfruten las generaciones siguientes", expresa Alejandro Soler, diseñador industrial.

Por su parte los operarios mantienen jornadas de trabajo muy bien definidas en cuanto a cronograma y aseguran que la prisa no debe hacer que se cometan errores en tan detallas construcciones.

"Se trata de edificios patrimoniales, con muchos años de antigüedad y además ubicados en la parte antigua de la ciudad. Aquí no es aconsejable estar metiendo grúas ni mucho menos. Hasta los trabajos de mucha fuerza como cargar una viga de acero de casi una tonelada la acometemos a mano, no importa los hombres que sean, pues debemos cuidar también los edificios contiguos a las obras", destaca Alberto Guilart Pérez, Jefe de Obra perteneciente a la Empresa Constructora  de Obras de Ingeniería 11

Por eso hoy desandar el centro histórico es un tanto complejo por entronizar en esta parte del Santiago de Cuba moderno el ruido, las barreras y el polvo. Sin dudas el sacrificio valdrá la pena cuando el año siguiente todos los santiagueros, Jacinto Vargas incluido, vean cuan hermosa sigue la ciudad a pesar de sus centenarias arrugas.