Autor :Mariano Aldana Villalón
Prácticamente los agrícolas santiagueros no han tenido
descanso en su afán de recuperar las producciones dañadas por los
fuertes vientos del huracán Sandy a su paso por esta provincia.
Casi
saliendo de los embates del fenómeno natural, todas las estructuras
productivas del territorio se dieron a la tarea de sacar de los campos
todo lo que en materia de alimentos pudiera ser consumido por el pueblo.
Así
comenzó un verdadero combate contra el tiempo para que no se perdiera
un solo producto. Si bien es cierto que la furia de Sandy destruyó
muchas plantaciones de plátanos, debo significar que se trabajo con
prontitud y rapidez para recuperar una buena parte de ellos.
Así
sucedió con otros cultivos como la yuca, boniato y calabaza. En verdad
no se perdió un solo segundo, la respuesta fue contundente y ágil, y lo
que no se pudo aprovechar para el consumo humano, se destinó a la
producción animal.
Con esa óptica se ha venido trabajando fuerte y
con el empleo de la tracción animal, pues en lugares bajos la humedad
se mantiene no permitiendo la entrada de camiones y tractores.
Junto
con el acopio de los productos, los trabajadores agrícolas han venido
recuperando muchas plantaciones que no fueron destruidas por Sandy. En
estos casos se le brinda una cultura de atenciones especiales para que
en poco tiempo puedan entrar en producción.
Es justo reconocer
que junto a la variedad de productos del agro, la población también ha
tenido a su alcance otros igualmente demandados como arroz y frijoles
que sabiamente el personal que labora en los mercados los protegió con
las propias carpas destruidas por Sandy.
La recuperación en la
agricultura aún continúa bajo la premisa de cosechar todo lo que se
pueda y sembrar igualmente todas las áreas posibles dentro de la campaña
de frío como única alternativa de evitar baches en los suministros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario