Pobladores de comunidades serranas de la provincia de Santiago de Cuba, acogen por estos días el Festival del Libro en la Montaña, un encuentro que ratifica la lectura como opción de esparcimiento y crecimiento cultural.
La cita que deviene extensión de la Feria del Libro cubana, ha llegado ya a consejos populares de difícil acceso en los municipios de Palma Soriano, Segundo Frente y San Luis, en tanto prevé continuar este fin de semana por Songo-La Maya, hasta cerrar en Contramaestre, el tres de abril.
Ventas y presentaciones de títulos, intercambios con autores, y otras actividades culturales protagonizadas por artistas aficionados de cada territorio, contribuyen al desarrollo integral de la vida en la serranía oriental.
Brillan especialmente los pabellones infantiles, diseñados para atraer a los niños hacia la lectura desde la vinculación de la literatura con otras artes.
Teresa Melo, directora del Centro Provincial del Libro, expresó que el evento adquiere matices singulares según las peculiaridades socioculturales y geográficas de los sitios donde se realiza.
La escritora ganadora de varios premios como el Nicolás Guillén de poesía, considera que llevar el libro a los lugares más intrincados, es una manera de contribuir al cumplimiento de la función social de la literatura que es generar valores culturales.
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