Santiago de Cuba, 13 jul.— Hace 123 años el 13 de julio de 1895 se produjo una de las más gloriosas victorias del Mayor General Antonio Maceo Grajales al derrotar en Peralejo, próximo a Bayamo, a una poderosa fuerza del Ejército colonialista español al mando del propio Capitán General de la Isla, Arsenio Martínez Campos, quien estuvo a punto de caer prisionero de las tropas del Titán de Bronce.
En la víspera, el General Maceo conoció las intenciones de Martínez Campos de marchar de Manzanillo a Bayamo escoltando un poderoso convoy colonial, por lo que el Titán de Bronce decidió a pesar de la superioridad de la fuerza española sorprender al mismísimo Capitán General e impedir su intención de llegar a Bayamo para tomar el mando directo de las operaciones en la región, que en su casi totalidad dominaban las tropas del General Antonio.
Sin embargo, el factor sorpresa se perdió debido a dos espías que informaron a los españoles los propósitos de Maceo, por lo que Martínez Campos dividió sus fuerzas en dos poderosas columnas con el fin de burlar las intenciones sorpresivas del Titán que no obstante atacó a los colonialistas iniciándose las acciones sobre las 11 de la mañana del 13 de julio de 1895, extendiéndose hasta las cinco de la tarde por el agotamiento de las municiones entre los cubanos.
El Capitán General de la Isla, Arsenio Martínez Campos pudo escapar de la embestida de los mambises huyendo por los montes, aprovechando la dispersión de los soldados colonialistas por toda la zona, así como la oscuridad hasta que llegó a la ciudad de Bayamo, de donde tuvo que ser rescatado posteriormente, por un gran dispositivo militar que incluyó fuerzas navales y terrestres.
Sin embargo la fuerza de Maceo, unos 800 hombres causaron más de 400 bajas entre los soldados colonialistas que resultaron heridos y muertos, incluyendo entre estos últimos, al General español Fidel A. de Santocilde, quien comandaba la principal columna a española de mil 100 hombres.
La batalla de Peralejo el 13 de julio de 1895 fue sin duda una proeza militar cubana dirigida por el Mayor General Antonio Maceo y un bochornoso revés para el General Arsenio Martínez Campos, quien se hizo cargo de las tropas ibéricas tras la muerte de Santocilde, por lo que cargó con el peso de la derrota.
Un día después del Combate de Peralejo, el 14 de julio, el Titán de Bronce realizó una demostración frente a Bayamo, desfilando sus fuerzas con banderas desplegadas y la Banda de Música interpretando el himno de Bayamo, mientras que Martínez Campos había tendido barricadas en las entradas de la ciudad, colocando baterías de cañones que disparaban sin resultado alguno.
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