La Habana, 17 may.— Encuentro académico entre estudiosos de la vida y obra del más universal de los cubanos: eso es el Coloquio Internacional José Martí y los acontecimientos de 1898, que desde ayer y hasta este viernes sesiona en el Centro de Estudios Martianos (CEM), en esta capital.
A los representantes de Argentina, México, Estados Unidos, República Dominicana y Cuba, dio la bienvenida la doctora Ana Sánchez Collazo, directora del CEM, en la sesión inaugural de la cita, que honra al Héroe Nacional y Apóstol de la independencia de Cuba, José Martí, en el aniversario 123 de su caída en combate.
Lo que fue está en lo que es, afirmó el Maestro, y esa frase basta para entender que, como nunca, estamos llamados a no olvidar las enseñanzas de la Historia, a conocerla, a hurgar en el pasado, pues para los desafíos presentes y futuros ahí están las claves, destacó la doctora Sánchez Collazo en su discurso de apertura.
A las 62 ponencias inscritas para su presentación y debate en comisiones se refirió, como ingrediente principal del foro, que busca propiciar el intercambio de información, opiniones e ideas -fruto de las más recientes investigaciones sobre el tema-, para contribuir al esclarecimiento de lo sucedido en 1898 e inmediatamente antes y después, sus implicaciones para aquella época y la actual.
Se trata de uno de esos períodos que requieren ser estudiados minuciosamente, aseguró el doctor Ibrahim Hidalgo, jefe del Equipo de Investigaciones Históricas del CEM, que estrenó el programa científico del Coloquio con la conferencia magistral Presencia y ausencia del ideario martiano en 1898.
Como siempre y quizá más que nunca, debió comprenderse, como lo entendió Martí, que de pensamiento es la guerra mayor que se nos hace y a pensamiento hay que ganarla, pero lo que primó entonces fueron la confusión, la desinformación, las concesiones ideológicas, sostuvo el también Premio Nacional de Historia y miembro de la Academia de Historia de Cuba.
El doctor Hidalgo hizo una caracterización de Tomás Estrada Palma y de su funesta gestión al frente del Partido Revolucionario Cubano tras la muerte del Apóstol, y por supuesto que habló de la entrada de EE.UU. en la contienda bélica entre Cuba y España, la ocupación militar de la Isla por el naciente Imperio y sus intentos, a la larga fallidos, por anexársela.
Rememoró la preocupación que manifestara el Presidente William Mc Kinley por la grave situación humanitaria en Cuba, y que ha sido la misma expresada a lo largo de los años y hasta nuestros días por tantos inquilinos de la Casa Blanca, para justificar sus innumerables desmanes en todo el mundo.
El especialista no olvidó mencionar aquella Resolución Conjunta expansionista y depredadora, que oficializó la intervención militar, en la cual EE.UU. reconocía el pleno derecho de Cuba a ser libre e independiente, una libertad e independencia que se encargó luego de cercenar con la Enmienda Platt.
El hábito de mentir y manipular viene de muy atrás, pero si desde Dos Ríos y, sobre todo, en el periodo analizado y después, se intentó opacar con el silencio la figura de Martí y desvirtuar su radicalismo revolucionario, también hubo quienes no se dejaron seducir por las promesas del Imperio y fueron consecuentes con el ideario martiano, puntualizó.
Sé desaparecer, pero no desaparecería mi pensamiento, escribió el Héroe Nacional de Cuba y vivas siguieron, siguen y seguirán por siempre sus ideas, añadió el conferencista.
Tiempo hubo en esta primera de tres jornadas de intercambio para la cancelación de primer día de la serie postal Facetas de José Martí, seis en total, y que lo muestran como hermano, amigo, padre y esposo, igual que junto a sus fieles colaboradores del Partido o su inolvidable maestro Rafael María de Mendive.
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