Santiago de Cuba, 8 ene.— Con notables resultados en el diagnóstico y tratamiento, y servicios en 36 especialidades médico estomatológicas, llega hoy el Hospital Militar Doctor Joaquín Castillo Duany, de esta ciudad, a su aniversario 55 de fundado.
Entre esas prestaciones médicas sobresale la de oxigenación hiperbárica, ya que esa institución es la única desde la provincia de Guantánamo hasta la de Sancti Spíritus que dispone de una barocámara multiplaza para el aseguramiento del buceo combativo, productivo y de turismo.
El capitán Humberto García Guerra, médico del servicio de oxigenación hiperbárica del hospital, comentó a la prensa que desde 1995, cuando se instaló el equipo, han sido tratados un poco más de ocho mil 900 pacientes, y se han salvado 154 personas que sufrieron accidentes de buceo.
Unos 12 pacientes por día son beneficiados con ese dispositivo, apuntó el especialista, al tiempo que subrayó que en el mundo el precio de una sesión de oxigenación hiperbárica es de aproximadamente 300 dólares, y en Cuba es totalmente gratuito, gracias a la voluntad política de garantizar una total cobertura sanitaria y de calidad.
Varias son las afecciones tratadas con ese servicio, y en el Hospital Militar santiaguero entre las que se han atendido con frecuencia figuran osteomielitis crónica refractaria, necrosis avascular, parálisis faciales, enfermedades degenerativas discales y la enfermedad de Perthes, que se presenta en niños, detalló García Guerra.
Militares y sus familiares, así como población civil son asistidos en ese centro, que con el nombre de Doctor Joaquín Castillo Duany fue inaugurado el siete de enero de 1963 por el entonces Comandante Raúl Castro Ruz, y establecido en el edificio donde estuvo el distrito naval del ejército de la dictadura de Fulgencio Batista.
Antes, el 13 de enero de 1959, en el otrora hospital regimental de la tiranía, ubicado en la avenida Victoriano Garzón (hoy Escuela Provincial de Estomatología), ya había sido creado por orden de Raúl Castro Ruz el Hospital Militar, cuya dirección fue encomendada al Comandante Manuel (Piti) Fajardo Rivero.
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