Santiago de Cuba, 20 nov.— El Museo de la Lucha Clandestina, en esta ciudad, recuerda el levantamiento armado del 30 de noviembre de 1956 con actividades que acercan a estudiantes, trabajadores y la comunidad a esa página de la historia.
Tamara Oro, directora de la institución,
Monumento Nacional, mencionó a la ACN el concurso Noviembre de Verde
Olivo, en el cual participaron alumnos de varias enseñanzas, con
trabajos en los géneros de literatura y artes plásticas.
Además, conversatorios y charlas en centros de trabajo y educacionales, donde sus especialistas disertaron sobre el alzamiento que debía apoyar el desembarco del yate Granma por las costas orientales, precisó.
Sobre la muestra del mes, dijo, se exponen guantes que empleó como trabajador eléctrico Otto Parellada, caído en esa gloriosa jornada, junto a Pepito y Tony Alomá.
El próximo 30 de noviembre, temprano en la mañana, tendrá lugar el tradicional asalto simbólico a la antigua estación de policía de la dictadura batistiana, en la Loma del Intendente, donde abre sus puertas el museo.
Ese día recibirán el merecido tributo los tres jóvenes revolucionarios que perdieron la vida en los alrededores, hace 61 años.
Frank País García fue el máximo organizador del levantamiento, que incluyó también el ataque a la Policía Marítima, en La Alameda, y acciones armadas en otras regiones del país.
En esa oportunidad se usó por vez primera el uniforme verde olivo y el pueblo santiaguero acogió a combatientes para protegerlos de la persecución policial, a la vez que muchas viviendas sirvieron de botiquín o sitio de reuniones para los preparativos.
De ello dan fe tarjas ubicadas en inmuebles de esta urbe oriental.
Además, conversatorios y charlas en centros de trabajo y educacionales, donde sus especialistas disertaron sobre el alzamiento que debía apoyar el desembarco del yate Granma por las costas orientales, precisó.
Sobre la muestra del mes, dijo, se exponen guantes que empleó como trabajador eléctrico Otto Parellada, caído en esa gloriosa jornada, junto a Pepito y Tony Alomá.
El próximo 30 de noviembre, temprano en la mañana, tendrá lugar el tradicional asalto simbólico a la antigua estación de policía de la dictadura batistiana, en la Loma del Intendente, donde abre sus puertas el museo.
Ese día recibirán el merecido tributo los tres jóvenes revolucionarios que perdieron la vida en los alrededores, hace 61 años.
Frank País García fue el máximo organizador del levantamiento, que incluyó también el ataque a la Policía Marítima, en La Alameda, y acciones armadas en otras regiones del país.
En esa oportunidad se usó por vez primera el uniforme verde olivo y el pueblo santiaguero acogió a combatientes para protegerlos de la persecución policial, a la vez que muchas viviendas sirvieron de botiquín o sitio de reuniones para los preparativos.
De ello dan fe tarjas ubicadas en inmuebles de esta urbe oriental.
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