Plaza de la revolución

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viernes, 9 de junio de 2017

Se presentará Isla de Bonaire como nación en el Festival del Caribe 2017

Por Karina Sotimayor Otero

Santiago de Cuba, 9 jun.— Desde el año 2002 la Isla de Bonaire ansiaba la dedicatoria de un Festival del Caribe para lucir a plenitud su esplendor cultural. Cuando en este julio la región sea la invitada de honor a esta fiesta de hombres y mujeres comunes, será la primera vez que los bonaerenses se representen como nación fuera de sus límites geográficos.

Bonaire es más que la turística formula de playas color turquesa y paisajes subacuáticos típicos de comerciales. Los indios caiquetios le decían Bonay que quiere decir tierra poco alta a esta isla que evidentemente tiene similitudes históricas y culturales con Cuba: Este Festival tiene antecedentes con Bonaire hace años, primero cuando le dedicamos una edición a las Antillas Holandesas y en esa ocasión vino una delegación extensa de bonaerenses. Luego le dedicamos el espacio a Curazao y Bonaire ofreció oficialmente su interés en participar en una de nuestras ediciones”, comentó Orlando Verges, Director de la Casa del Caribe.

Cuba y Bonaire fueron colonias, se comparte el talento y la vocación para la música y el baile; los toques de tambor africano son

entendidos desde la religión y la cultura popular. Santiago de Cuba y Bonaire son tierras bendecidas por la gracia del Caribe: “El tema de que Bonaire es una dependencia colonial holandesa ha funcionado en muchas ocasiones como cortina de humo que no ha dejado visualizar en su magnitud a esta región” apuntó Verges.
La mascarada que marca el año nuevo es una de las principales festividades de los bonaerenses en la que a paso de comparsa se brinda por el júbilo de una vida prospera. Al igual que en Santiago, allí los carnavales son fiestas sagradas y de gran convocatoria, las máscaras y las carrozas presiden la alegría popular.

En esta región el baile está presente hasta en la agricultura. En la primavera se realiza el Simadan, una celebración de raíz africana a la que también se le llama Festival de la Cosecha. Durante la siembra del maíz, los agricultores comparten bebidas y alimentos entre pasos de polca y vals europeos para agradecerle la fecundidad a la madre tierra.

Hasta el siglo XIX, el Simadan evolucionaba por los campos a modo de procesión y las canciones que se entonaban se conocían como Seú. Por vez primera en esta edición 37 de la Fiesta del Fuego se estudiará de cerca este ritual que se practica en varias regiones caribeñas.

Bonaire estará en Cuba con más fuerza y en vivo a través del Festival del Caribe. En la delegación oficial se confirman más de 300 participantes, será esta la primera vez que la isla se presente como nación fuera de sus límites geográficos.
 

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