Santiago de Cuba, 11 feb.— Gracias a la entrada del Crucero Celestial Cristal a la bahía santiaguera, dos bandas centenarias compartieron sus repertorios en el parque Céspedes de la ciudad. La Banda Provincial de Conciertos y la Banda de Tambores de Canadá mostraron sus culturas musicales a través del intercambio que se genera desde el turismo con la entrada de cruceros a Cuba.
En el Parque Céspedes, la Banda
Provincial de Concierto ofrecía parte de su repertorio pero el
espectáculo no era el habitual de los fines de semana. Mientras, en la
bahía de la
ciudad, en el crucero Celestial Cristal llegaba simultáneamente otra
banda con destino a compartir por primera vez, la retreta con los
santiagueros.
Cuando apareció la banda “Los tambores de Canadá” en el parque mas céntrico de la ciudad el público quedó cautivado ante la imagen de estos artistas. Llegaron con la música, los vestuarios e instrumentos musicales de sus ancestros.
Como testigo, la Catedral donde vivió en el siglo XVIII el presbítero Esteban Salas, reconocido compositor de misas, villancicos, salmos e himnos.
La Banda de Conciertos de Santiago próxima a sus 116 años es única en representar la música cubana. Por eso la banda canadiense fue reciproca en el intercambio cuando ofreció su folklor desde las nueves notas que permitieron sus bolsas de aire, llamadas gaitas'.
La Banda de Tambores de Canadá solicitó ofrecer este espectáculo en la Habana, Cienfuegos y Trinidad ciudades en las que el crucero Celestial Cristal atracó como parte de su programa turístico.
Cuando apareció la banda “Los tambores de Canadá” en el parque mas céntrico de la ciudad el público quedó cautivado ante la imagen de estos artistas. Llegaron con la música, los vestuarios e instrumentos musicales de sus ancestros.
Como testigo, la Catedral donde vivió en el siglo XVIII el presbítero Esteban Salas, reconocido compositor de misas, villancicos, salmos e himnos.
La Banda de Conciertos de Santiago próxima a sus 116 años es única en representar la música cubana. Por eso la banda canadiense fue reciproca en el intercambio cuando ofreció su folklor desde las nueves notas que permitieron sus bolsas de aire, llamadas gaitas'.
La Banda de Tambores de Canadá solicitó ofrecer este espectáculo en la Habana, Cienfuegos y Trinidad ciudades en las que el crucero Celestial Cristal atracó como parte de su programa turístico.
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