Un Milennial trovador

Por Rogelio Ramos Domínguez

Santiago de Cuba, 24 abr.— Tiene unos dreadlocks largos a lo Marley, lleva su vida desde Playa hasta el Vedado, de Santiago de Cuba a Alto Songo y viceversa. Es poeta y es joven y tiene una guitarra segura entre las manos, y se llama Jorge Noel Batista.

Fue tresero del grupo de Ray Fernández y ya ha subido a varios escenarios a golpe de canciones porque aun cuando suene a frase hecha; Jorge Noel Batista lleva música en sus venas, en la memoria, en las cuerdas.

Graduado de guitarra, amante de la obra de Leo Brouwer, desde temprano supo que su sueño era cantar y tocar la guitarra, a la usanza de viejos y jóvenes maestros. El empeño y el talento lo sorprendieron con apenas 20 años en el estudio de José Aquiles grabando un tema suyo (Cazando Vientos) junto a Raúl Torres.

Desde entonces ha cantado junto Eduardo Sosa, William Vivanco, Athanai, Frank Delgado y muchos otros cantores nuestros. Se sabe compañero de fila de Audris Vargas. Miguel Antonio, Ruslan y otra suerte de cardumen de los llamados milennials; esos muchachos multitareas, apegados a las pantallas de sus celulares, pero este viene por línea directa de Sindo o Matamoros.

Hace muy poco en las redes sociales surgió el debate, la mayoría negaba que existiera la Nueva Trova, alguno que otro situó al Movimiento como una estrategia del gobierno cubano para controlar la canción, hubo hasta quien aseguró era ingenuo pensar que existiera tal cosa, pero estos muchachos desmienten cada una de estas ideas. Hoy muchos se dicen, y son, trovadores, solo son eso, trovadores. Gente de la Nueva Trova, de este tiempo.

Jorge Noel Batista suele hacer canciones de amor, pero observa su momento: "Desnúdate mi amor, mira que el tiempo revienta sin salida", o "En las sombras de esta altura, no hay otra forma de escapar que en tus labios de locura".

Afirma en todo el verso. Su guitarra busca entre lo contemporáneo y en las vivencias añosas, va desde su idolatrado Leo Brouwer hasta el inseparable Vivanco, pero se adentra en un Santiago Feliú y, claro siempre el referente de Silvio Rodríguez. Tiene además, como Milenial al fin, la fortuna tecnológica, por tanto lo mismo escucha de Brasil que de África y eso suena en sus guitarras.

Con todas las influencias Jorge Noel Batista cada vez hace más personal su obra, se ha ido desprendiendo de a poco de influjos capitales, ¿quién se puede zafar de algunos “hachazos” felices de Silvio, Raúl Torres o William Vivanco?

Los capitalinos lo conocen de muchas peñas, otros le han visto en festivales como el Longina, el de La Canción Política de Guantánamo o el Pepe Sánchez.

Ahora Jorge Noel deja un poco de ser Noelito y se ve a sí mismo en la canción que logra componer. Este santiaguero sabe muy bien armar sus cuerdas, de ahí le han salido esos versos a mujer, a ciudad, a pasión. Lo cito con orgullo,  porque este milenial se dice trovador sin ningún tabú, al contrario, siente orgullo de tales asuntos y eso me hace escribir un poco sobre Jorge Noel Batista Ramos, un joven trovador, un cantor puro como su guitarra, aquí le quiero agradecer.