Texto y fotos por Bárbara Aroche CuadroSantiago de Cuba, 7 feb.— En este año la FMC, al desarrollar el balance de las casas de orientación a la mujer y la familia, tuvo a bien dirigir la atención a varios aspectos que han venido haciendo de estas instituciones un bastión en la sociedad cubana en materia de derechos sociales con lo que se potencia la estrategia de trabajo de la organización.
Lo más importante en este año es trabajar en las comunidades de mayores complejidades pues permite hacer t
angible el esfuerzo, allí donde las barreras culturales son mayores.
Tras el análisis de los resultados obtenidos ha sido posible afirmar que el mismo esta consolidado en una línea de trabajo estratégica como lo es el género, de ello da cuenta la inserción tanto de mujeres como de hombre en estas instituciones, logro que se debe a la gestión integradora de la FMC.
Los nuevos problemas que surgen en la sociedad tras los cambios operados por la revolución cultural han sido atendidos por grupos multidisciplinarios que proponen las mejores alternativas para que las personas asuman a su gusto la solución. Este carácter personalizado del trabajo de las casas denota la búsqueda de la calidad, lo que sin dudas es una contribución objetiva a la necesaria elevación del nivel de vida de la población cubana.
Seguir expandiendo el trabajo a las comunidades es el reto que tienen que enfrentar estas instituciones y sus especialistas. Estas casas, en los más de veinte años de creadas, honran las ideas de Vilma, quien ahora están más vigente que nunca.
angible el esfuerzo, allí donde las barreras culturales son mayores.Tras el análisis de los resultados obtenidos ha sido posible afirmar que el mismo esta consolidado en una línea de trabajo estratégica como lo es el género, de ello da cuenta la inserción tanto de mujeres como de hombre en estas instituciones, logro que se debe a la gestión integradora de la FMC.
Los nuevos problemas que surgen en la sociedad tras los cambios operados por la revolución cultural han sido atendidos por grupos multidisciplinarios que proponen las mejores alternativas para que las personas asuman a su gusto la solución. Este carácter personalizado del trabajo de las casas denota la búsqueda de la calidad, lo que sin dudas es una contribución objetiva a la necesaria elevación del nivel de vida de la población cubana.
Seguir expandiendo el trabajo a las comunidades es el reto que tienen que enfrentar estas instituciones y sus especialistas. Estas casas, en los más de veinte años de creadas, honran las ideas de Vilma, quien ahora están más vigente que nunca.
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