Por Coral Vázquez Peña
Santiago de Cuba, 11 nov.— Una de las cosas que más me molesta en la etapa de la menopausia es el insomnio y ahora esta dificultad de no permanecer dormida durante toda la noche siento que se agrava con el proceso lógico de envejecimiento.
Santiago de Cuba, 11 nov.— Una de las cosas que más me molesta en la etapa de la menopausia es el insomnio y ahora esta dificultad de no permanecer dormida durante toda la noche siento que se agrava con el proceso lógico de envejecimiento.
De madre, en buen cubano porque al otro
día uno amanece que no quiere ni que le hablen, con cansancio y sin
ánimo para realizar cualquier labor si tenemos en cuenta que el sueño es
necesario para el buen estado físico y mental del individuo.
¿Quién en algún momento no ha experimentado la molestia de no poder conciliar el sueño. La de dar vueltas y más vueltas en la cama, contar conejitos, rezar y pensar en cosas que dan sueño hasta que se cae en un estado de seminconsciencia y cuando se está a punto un ruido o un movimiento, nos saca abruptamente de esta fase del sueño.
¿Quién en algún momento no ha experimentado la molestia de no poder conciliar el sueño. La de dar vueltas y más vueltas en la cama, contar conejitos, rezar y pensar en cosas que dan sueño hasta que se cae en un estado de seminconsciencia y cuando se está a punto un ruido o un movimiento, nos saca abruptamente de esta fase del sueño.
Y de nuevo, a dar vueltas y más vueltas.
Según algunos especialistas, el insomnio es el resultado de ciertos malos hábitos de sueño, como por ejemplo acostarse a diferentes horas cada noche, hacer siestas diurnas, pasar demasiado tiempo en la cama mientras se está despierto, no ejercitarse, consumir cierto tipo de fármacos o sustancias psicoactivas, sufrir de ansiedad, tristeza o algún malestar físico y pasar largos periodos bajo estrés, entre otros.
Es por ello entonces que se dice que el insomnio puede causar ciertos cambios fisiológicos y psicológicos que afectan y degeneran la salud: envejecimiento prematuro, bajo desempeño académico y sexual y debilitamiento de todos los sistemas corporales, por sólo mencionar algunos.
Tengo amistades que como yo andan por los sesenta y desde antes, para reducir esta afición usan ciertos medicamentos antihistamínicos, sedantes o antidepresivos. Sin embargo, les cuento que una tía ya fallecida resolvía su problema de insomnio con la comida. No se asombre, ella comía lechuga y un rato antes de acostarse se tomaba un vaso de leche tibia.
Conversando con un especialista supe que ella no estaba errada y que además de los ya mencionados, también se suman a la lista otros alimentos como el plátano, el calabacín, la espinaca, las zanahorias, el perejil, la naranja, la mandarina, el limón, el apio, la calabaza, el pepino, la papa, los dátiles, la cebolla y el aguacate, ricos en minerales y vitaminas que ayudan o facilitan el sueño.
Para que el insomnio no se vuelva el protagonista de las noches, mi consejo es que no se auto medique, pienso que es mucho mejor buscar alternativas sanas para dormir para usted no sea de las personas que por el insomnio se distancie de todo; no pueda tocar nada y nada pueda tocarte.
Con el paso de los años envejecemos y como mismo asumimos innegables cambios en nuestro cuerpo y hábitos debemos de ser capaces de asumir también una postura tal que esos cambios degraden nuestra vida, nuestra calidad de vida y nuestra salud.
En resumen no permita que la noche se le haga infinita.
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